Juan Verde, codirector internacional de la campaña para la reelección de Barack Obama, ha participado en el Management & Business Summit 2015 donde ha explicado los secretos del éxito de la campaña que revolucionó el mundo de la política y de la comunicación.
Uno de los secretos que Juan Verde descubrió a los ponentes es la conexión que existe entre la campaña de Obama en 2008 y la campaña que llevó a Hitler al poder en 1933 en Alemania.
El año 2008 la campaña que llevo a la presidencia de los Estados Unidos a Obama supuso toda una revolución en la era de la Comunicación política, y de la política en general. Un afroamericano llegaba al despacho oval de la Casa Blanca, pero lo realmente innovador fue el uso del Big Data y las redes sociales en una campaña política que demostró que la unión de muchos puede conseguir cambiar un país.
Todo ello, confiesa, Juan Verde, no podría haber sido posible sin la innovación tecnológica, desde el desarrollo de las redes sociales, las tecnologías de crowdfunding en Internet, o el Big Data para crear las mayores bases de datos de electores jamás creadas.
Juan Verde ha dejado claro que la campaña presidencial de Obama en 2008 tuvo dos innovaciones clave en la forma de hacer política hasta el momento: «Innovó de dos formas: a la hora de comunicar, de conectar, y de lograr una conexión a través de sentimientos básicos, lo que se denomina la política aspiracional; y logró innovar en el nuevo modelo de liderazgo de dirección y coordinación de la campaña por el uso revolucionario e innovador de las nuevas tecnologías».
El mundo de las emociones fue para Juan Verde uno de los aspectos diferenciales del éxito de la campaña de Barack Obama en 2008, y posteriormente en 2012. «La gente no recuerda lo que dices, sino como le hiciste sentir. El 78% de la gente solo recuerda dos ideas de un discurso, pero el 99% recuerda como le hiciste sentir», ahí es donde deben dirigirse los políticos para Juan Verde, y también aquellos empresarios que quieran tener éxito.
Pero el uso de la política aspiracional, como define el asesor, no era ni mucho menos nueva. Cuando le propusieron participar en la campaña, el equipo de Obama le confesó que la estrategia de comunicación política que tenían entre manos era igual que la que llevó al poder al dictador alemán Adolf Hitler en 1933.
En realidad, como añade Juan Verde, Hitler fue elegido democráticamente llegando a la gente de una manera muy clara, apelando a los sentimientos más básicos del ser humano. En el caso de Obama esos sentimientos se basaron en aspectos positivos, nada que ver con los promulgados por el nazismo.
El claim de la campaña «Yes We Can», tampoco fue casual, confiesa Juan Verde. En realidad el claim bebió de las estrategias empresariales y comerciales de empresas como Nike o Apple, marcas que aluden de manera directa al mundo de los sentimientos. «Estas ideas las sacamos del mundo empresarial, de marcas como Nike, donde se utiliza la marca por el sentimiento. Todo el mundo siente la marca. Nike habla de sentimientos, de esfuerzo, trabajo, perseverancia, algo que se concreta en el ‘Just do it’», explica el directivo.
LA TECNOLOGÍA Y LAS REDES SOCIALES
Pero esta campaña no podría haber sido posible sin las nuevas tecnologías, insiste Juan Verde. «Las nuevas tecnologías aportaron flexibilidad. Y ya jamás veremos una política donde un asesor utilice la intuición, esta campaña se basaba en un análisis cuantitativo de los datos».
Además, el uso de las redes sociales y la aplicación del big data supuso una innovación sin precedentes. «El éxito se basó en que supimos entender lo que eran las redes sociales. Son los indecisos los que marcan la diferencia en unas elecciones. Más indecisos tomaron la decisión sobre lo que leyeron en las redes sociales más que por lo que leían en los periódicos y eso nos hizo multiplicar por 15 la inversión en redes sociales», ha asegurado Juan Verde.
Por otro lado, el uso del big data aplicado a las redes sociales fue un factor determinante. «Hacíamos encuestas masivas y análisis para encontrar datos y hábitos de. Todo eso lo hacíamos dentro de las redes sociales para después mandar mensajes muy distintos dependiendo de los perfiles sociodemográficos».
La personalización del mensaje a través del uso del Big Data fue, sin duda, otro de los éxitos de la campaña, y toda una innovación en la Comunicación política. A través de la red 2.0 los votantes y simpatizantes supieron cómo conectar con la gente. Se crearon más de 12.000 grupos de votantes con gustos afines que se reunían para crear iniciativas de apoyo y a través de las plataformas web de la campaña los simpatizantes podían descargarse desde merchandising, hasta presentaciones, guiones o datos y cifras para crear argumentarios.
Además, se incentivó el uso de la mensajería instantánea como un modo de comunicación directa con el electorado más comprometido.
«Lo que buscábamos era tocar puerta a puerta y establecer una Comunicación directa con el votante. Preferimos utilizar el email o un SMS para comunicar la actualidad en vez de utilizar los medios tradicionales, así conseguíamos hacerles sentir parte de la campaña. Personalizar el mensaje fue clave. Un solo mensaje lo podíamos enviar a 17 segmentos demográficos diferentes. No podíamos comunicarlo igual a un inmigrante hispano que a un ciudadano del centro de América», añadió Juan Verde.