La selección peruana encandila y aunque dista mucho de estar en el top de los que aspiran destronar al actual campeón del mundo, Alemania, una suerte de rival furtivo amenaza al más pintado de los que estarán en el Mundial de Rusia 2018.
La bicolor va en aumento en cuanto a producción ofensiva y juego colectivo y fortalecido con el ingreso de Paolo Guerrero tras una pausa de siete meses que lo devuelve intacto a la tienda peruana.
Este domingo, el equipo peruano fue una orquesta afinada con el juego mostrado ante un rival limitado, es cierto, pero por algo clasificó a la Copa del Mundo. Nada despreciable como sparring.
Fue Paolo Guerrero el que atrajo todos los reflectores pero también cobró protagonismo André Carrillo, un jugador llamado a ser figura en la cita mundialista. Está más claro en su fútbol y su gambeta provoca un espectáculo aparte incluido el IGV.
La selección peruana es más, con Paolo Guerrero de raza goleadora, tiene a Cueva, Yotún y Flores un buen soporte en mediocampo. Y lo que es mejor, con piezas de recambio que no hará sufrir las estructuras: Ruidíaz, Farfán, Araujo y Santamaría, están en el mismo nivel.
Si antes sufríamos con tener solamente once jugadores, hoy queda desterrado esa idea con jugadores de valía que conforman una suplencia que si hablamos de banca, tiene bien crédito.
Son 14 partidos que Perú no pierde, 10 triunfos y cuatro empates, da para pensar que estamos en el camino correcto para tener la certeza de hacer un buen mundial en Rusia.
En suma un buen examen. Gareca puede respirar tranquilo, convencido de que sus muchachos responderán con creces.
Otra, la del estribo, ese chico Sergio Peña lee bien las acciones, le falta creer en sí mismo. El gol que se perdió tras la asistencia de Farfán, no tiene nombre. Pero confiamos en que podrá ser un ‘matador’ y tiene a los lados referentes para aprender. (Hugo Laredo).
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