La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) solicitó mantener incólume la festividad de Santa Rosa de Lima el 30 de agosto, al destacar la veneración que millones de peruanos tienen hacia la primera santa de América.
Mediante una carta abierta, indicó haber tomado conocimiento del proyecto de ley del Ejecutivo para declarar el 30 de agosto como día nacional de las personas desaparecidas durante el periodo de violencia 1980 – 2000.
Según remarcó la CEP, la fiesta de Santa Rosa de Lima está enraizada en todo el territorio nacional e internacional, y reconoce su vida y testimonio, «símbolo de la joven humilde, trabajadora y llena de fe».
Esta devoción, subrayó, une a las familias peruanas y fortalece la fe y esperanza de construir un país fraterno y solidario.
«Hoy día que se busca promover y revalorizar a la mujer, no se puede minimizar la imagen y vida de Santa Rosa de Lima, mujer laica, insigne santa peruana, modelo de entrega y servicio a los más vulnerables de la sociedad», añadió.
La CEP refirió que Santa Rosa de Lima es embajadora espiritual del país en el mundo, pues su nombre y devoción ha trascendido internacionalmente y su día ha sido siempre un momento de fe para todo el pueblo creyente.
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Por ello, consideró que introducir en la fiesta de Santa Rosa de Lima una conmemoración paralela afectaría directamente la celebración de esta expresión de religiosidad popular extendida por todo el Perú.
El documento indica que las organizaciones de derechos humanos y de las víctimas de la violencia política conmemoran todos los años el 28 de agosto como día emblemático en el cual se realizó la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación que revela con claridad la situación de los desaparecidos en ese período.
«En consecuencia, una posible fecha para establecer como día nacional de las personas desaparecidas sería el 28 de agosto, ocasión para recordar que aún se debe continuar en su búsqueda», agrega.
ANDINA