VIENA.- Pactar es transigir. Este mandato de la política lo han cumplido conservadores y ecologistas en Austria con una novedosa coalición en Europa que obligó a concesiones: Los Verdes en inmigración, seguridad y bajadas de impuestos; los democristianos en medidas contra el cambio climático, transparencia y lucha contra la pobreza.
«Por responsabilidad con Austria» es el lema del programa de 326 páginas presentado este jueves en una concurrida rueda de prensa en Viena por los líderes del conservador Partido Popular (ÖVP), Sebastian Kurz, y Los Verdes, Werner Kogler.
«Hemos reunido lo mejor de ambos mundos, por lo que es posible que tanto nosotros como Los Verdes cumplamos nuestras principales promesas electorales», declaró Kurz, que con 33 años volverá a ser canciller y reemplazará a la finlandesa Sanna Marin, de 34, como el jefe de Gobierno más joven del mundo.
Kogler, un economista de 58 años y uno de los fundadores del movimiento ecologista en Austria, se convertirá en vicecanciller y responsable de Cultura y Deportes.
La coalición, negociada durante siete semanas apuradas hasta el último minuto, debe aún recibir el visto bueno de los delegados del Congreso Federal de Los Verdes este sábado, un paso que se considera una mera formalidad.
UNA COALICIÓN INÉDITA
De seguir el guión establecido, Austria se convertirá la semana que viene en el quinto país de la Unión Europea (UE) con un partido ecologista en el Gobierno.
Pero a diferencia de los otros cuatro, Finlandia, Suecia, Luxemburgo y Lituania, donde están coaligados con formaciones socialdemócratas o de centroizquierda, en Austria su aliado es una formación conservadora que hasta hace siete meses compartía el poder con la ultraderecha.
Tanto Kurz como Kogler coincidieron en que la coalición supone un «camino experimental», pero, de ser exitosa, puede convertirse en «un modelo para toda Europa».
El nivel de concesiones no es igual, claro, dado que el pacto se cerró entre un ÖVP que arrolló en las elecciones del pasado septiembre con un 37,5 % de los votos y un formación ecologista que obtuvo el 13,9 % de los respaldos.
CESIONES DOLOROSAS
Los Verdes han tenido que doblegarse ante todas las promesas electorales de los conservadores, como una política migratoria más restrictiva, bajadas de impuestos y preservar el equilibrio presupuestario.
Especialmente amargo para los ecologistas ha sido aceptar políticas que los conservadores pactaron ya con los ultraderechistas la pasada legislatura, como introducir la prohibición del velo en la escuela para menores de 14 años y establecer una prisión preventiva para solicitantes de asilo calificados como «peligrosos».
Kogler reconoció que eran medidas que nadie hubiera esperado de Los Verdes, pero prometió que vigilarían que cualquier norma sea conforme a la Constitución y los derechos humanos.
El líder progresista llegó a reconocer que estas medidas eran el peaje a pagar para evitar que Kurz tuviera la tentación de volver a recurrir a los ultranacionalistas del FPÖ como socios.
«Si el FPÖ hubiera negociado este programa, sería bien distinto. ¿Cuáles son las alternativas?», respondió Kogler a las críticas por aceptar la línea dura del ÖVP sobre inmigración.
Kurz defendió la prohibición del velo en las escuelas para menores de 14 años: «En nuestro país, la igualdad entre hombres y mujeres es importante. Y para mí es importante que las niñas puedan crecer de forma libre y sin presión».
Otra novedad de este Ejecutivo es que será el primero de la historia de Austria en el que habrá más mujeres, ocho, que hombres, siete.
Aunque los conservadores controlarán la mayoría de los ministerios importantes, como Interior, Defensa, Agricultura, Exteriores y Economía, Los Verdes han logrado, entre otros, el de Justicia, y han situado allí a Alma Zadic, una política de 35 años que llegó a Austria con diez como hija de una familia de refugiados bosnios.
Los analistas subrayan que desde el Ministerio de Justicia los Verdes tratarán de contener las pulsiones más duras del ÖVP sobre seguridad y migración, y además dará visibilidad a una política que representa la gran aportación de los refugiados al país.
PROGRAMA DE GOBIERNO
Kurz subrayó que la lucha contra la inmigración ilegal y la deportación por procedimiento acelerados de los solicitantes de asilo rechazados son una prioridad para él.
Además anunció una bajada de impuestos para quienes menos ganan, así como el de sociedades -que pasará del 25 al 21 %- y nuevas ayudas a la familia, al tiempo que se comprometió con la estabilidad presupuestaria.
Ambos políticos prometieron la introducción de una reforma sobre dependencia, para asegurar que todos los austríacos cuentan con un seguro que sufrague ese gasto y garantice una vejez digna.
Kogler, por su parte, prometió abaratar y expandir los transportes públicos, especialmente el tren, como medida para reducir el uso de vehículos particulares.
En el programa de Gobierno se incluye la introducción de un billete anual por 1.095 euros -3 euros al día- con el que se podrán usar todos los transportes públicos del país. Para los jóvenes será más barato incluso.
El líder de los Verdes anunció una reforma fiscal ecosocial y que los aspectos ecológicos se tendrán en cuenta a la hora de cualquier política pública de calado.
El programa establece que Austria completará la transición energética hasta 2040, abandonando el uso del carbón y el petróleo.
También se introducen nuevas medidas de transparencia y para luchar contra la pobreza infantil y mejorar la integración de los inmigrantes.
La coalición en el Gobierno contará con un periodo de gracia inicial por la frágil situación de la oposición, tanto de ultras como de socialdemócratas, inmersos en querellas internas.EFE