El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, aseguró en Montevideo que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino “tiene la responsabilidad de que el Mundial 2030 se dispute en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
Asimismo, afirmó que dado al “momento que vive el fútbol en Sudamérica” en el que las principales copas masculinas están en manos de Argentina y la Sub-20 de Uruguay ayudan “de gran manera” para que el continente vuelva a “sentarse en la mesa” para dialogar y contar su experiencia y el porqué de los recientes triunfos.
“Todos entienden que este Mundial hay que festejarlo de forma diferente y nosotros somos conscientes y queremos que este Mundial se reedite y se juegue aquí, donde todo nació que fue en el Uruguay y Argentina”, aseveró.
Domínguez insistió en que sin importar los cambios de Gobierno en los distintos países que aspiran a la organización de la máxima cita del fútbol mundial “todos siempre asumen la misma responsabilidad”.
Por su parte, el secretario nacional del Deporte de Uruguay, Sebastián Bauzá, expresó durante su participación en el conversatorio que la organización del Mundial es un “proyecto país” que se viene planificando desde el año 2010.
“Pasaron 100 años, tenemos que venir a festejar acá, pero este Mundial, ojalá, que nos sirva también para programar los próximos 100 años“, apuntó.
En tanto, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Ignacio Alonso, aseguró que el fútbol “hoy está unido en torno a esta idea” y añadió que se trata de un trabajo institucional que “trasciende a las administraciones” y que desde el organismo uruguayo la toman como uno de sus principales objetivos.
El encuentro sirvió de oportunidad para que se presentaran las renovaciones que se harán al mítico Estadio Centenario, lugar en el que se disputó el primer Mundial de la historia en 1930.
En ese sentido, Bauzá explicó que entre las principales remodelaciones que se pretenden hacer destaca la reducción de la superficie del campo de juego para poder ampliar las gradas a una capacidad de 72,000 espectadores así como la conservación de la línea arquitectónica que “debe ser preservada muy celosamente”.
Entre otras refacciones estarán la instalación de techado en todos los sectores del estadio salvo en el área en la que se erige la famosa Torre de los Homenajes.
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