Después de largos 10 años, Alianza Lima resultó campeón del futbol peruano en 1975, aunque por esas épocas el campeonato (No se hablaba aún de Liga) concluía en enero o febrero del año siguiente con los calores propios del estío costeño.
En marzo y abril juega ya con el Alfonso Ugarte de Puno la Libertadores de 1976 contra los colombianos y necesita vencer en La Victoria al Santa Fe de Bogotá para enfrentar con opción, también de local, al Millonarios y lograr su pase a la semifinal copera.
Era tarde fresca del domingo 4 de abril de 1976 y Alianza Lima en su flamante fortín de Matute, aún sin iluminación, iniciaba las acciones atacando hacia el arco norte. Saca Santiago Ojeda, quien entrega en corto el balón a César Cueto, ya anclado definitivamente con la blanquiazul, tras pasar por José Gálvez de Chimbote y el Deportivo Municipal.
El futuro “Poeta de la zurda” da un pase largo a Félix Suárez, a quien los colombianos ven correr desde la media cancha.
Pocho Rospligliosi escribiría, luego en la revista Ovación, que la gente de Santa Fe se debió preguntar: ¿y este adónde va?, en relación con la corrida de Félix Suárez. Antes de que la pelota tocara tierra, lanza un disparo y el gol de Alianza que levantó a la gente que recién se acomodaba en las graderías.
Iban apenas 10 segundos de juego. Tanto de Alianza. Hoy lo llaman gol de camarín. Lucho Izusqui, quien transmitía el encuentro, apenas había dado las buenas tardes al público.
Al final, el cuadro peruano terminó goleando cómodamente por 3 a 0 a los noveles colombianos y luego con un mayor nivel de sufrimiento el 18 de abril, Domingo de Resurrección, 2 a 1 al Millonarios con un gol de Santiago Ojeda por entre las piernas a Humberto Horacio Ballesteros, cuadrado en el arco colombiano, y quien un año después se sumaría a la selección peruana con miras a las Eliminatorias para Argentina 78 que Perú sorteó con éxito.
Alianza pasó a la semifinal copera de ese año con resultados que serán motivo de otros comentarios.
Foto revista Ovación