BERLÍN.- Las autoridades sanitarias alemanas contabilizaron 22.046 nuevos contagios con coronavirus en las últimas 24 horas y 479 víctimas mortales, después del nuevo máximo ayer de 487 casos fatales.
La cifra de nuevos contagios se sitúa ligeramente por debajo de la de la semana pasada -en 222- y supera en más de 4.300 a los de ayer, aunque no alcanza el máximo absoluto de 23.648 del pasado día 20.
El elevado número de muertos que se registra en los últimos días es según los expertos la consecuencia lógica del pico de contagios registrado hace dos a tres semanas, tras lo cual la curva de nuevas infecciones parece haberse estabilizado, aunque a un nivel todavía demasiado alto.
Según datos del Instituto Robert Koch (RKI) actualizados la pasada medianoche, los positivos contabilizados desde que se dio a conocer el primer contagio en el país a finales de enero asciende a 1.106.789, con 17.602 muertos.
El RKI calcula que alrededor de 800.000 se han recuperado de la enfermedad y que en la actualidad hay unos 289.200 casos activos.
En el conjunto de Alemania, la incidencia acumulada en los últimos siete días se sitúa en 134 casos por cada 100.000 habitantes.
El número de pacientes con covid-19 en las unidades de cuidados intensivos ascendía el miércoles a 3.957, de los cuales 2.353 -el 59 %- reciben respiración asistida, según datos de la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia (DIVI).
El factor de reproducción (R) que toma en consideración las infecciones en un intervalo de siete días respecto a los siete anteriores, y que refleja la evolución de contagios de hace 8 a 16 días, se sitúa en 0,89, lo que implica que cada cien infectados contagia a otras 89 personas.
La canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de Gobierno de los estados federados consensuaron ayer una prolongación hasta el próximo 10 de enero de las actuales restricciones; en una reunión el 4 de ese mes evaluaran la evolución en el país y las posibles medidas a tomar.
A principios de noviembre entró en vigor un parón parcial de la vida pública previsto inicialmente para el mes de noviembre y del que se esperaba que fuera un «rompeolas» que aplanara la curva para logra después rebajar de forma consolidada las nuevas infecciones.
La canciller y los poderes regionales consensuaron posteriormente prolongar estas restricciones y endurecer algunas de ellas para diciembre con el fin de minimizar los contactos.
Durante las navidades habrá una cierta relajación de las medidas para posibilitar la celebración en familia o con amigos, elevando a diez el número máximo de las reuniones (donde los menores de 14 años no cuentan).
Las restricciones actuales se traducen en el cierre de la gastronomía, el ocio nocturno, el deporte en sitios cerrados y la vida cultural, además de determinadas normas para los comercios, que se han visto endurecidas en diciembre. EFE