FRANCFORT/Alemania.- El Banco Central Europeo (BCE) relaja temporalmente los requerimientos de capital y operativos a los bancos que supervisa para que puedan seguir financiando a la economía real, a medida que los efectos económicos del coronavirus (COVID-19) se hacen evidentes.
El BCE informó hoy de que las entidades de crédito pueden utilizar íntegramente los colchones de capital y de liquidez, incluido el capital de la recomendación de Pilar 2, que es el que exige a cada banco según sus riesgos específicos.
Los bancos deben mantener una cantidad suficiente de capital de calidad adecuada en el pasivo de su balance para poder absorber pérdidas.
El BCE considerará la introducción de flexibilidad operativa en la implementación de medidas de supervisión específicas para cada banco.
«El coronavirus está resultando ser una importante perturbación para nuestras economías. Las entidades de crédito deben estar en posición de seguir proporcionando financiación a hogares y a empresas que están atravesando dificultades transitorias», dijo el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria.
«Las medidas supervisoras acordadas hoy tienen por objeto ayudar a las entidades a servir a la economía y a afrontar los retos operativos, entre ellos la presión sobre sus empleados», añadió Enria.
El supervisor reconoce que el sector bancario europeo ha acumulado un nivel significativo de colchones de capital.
Por ello el BCE permitirá ahora que las entidades operen temporalmente con niveles inferiores al nivel de capital establecido en la recomendación de Pilar 2, al colchón de conservación de capital (CCB) y a la ratio de cobertura de liquidez.
El BCE considera que estas medidas de carácter transitorio se verán reforzadas por la relajación del colchón de capital anticíclico (CCyB) que las autoridades supervisoras nacionales consideren adecuada.
Asimismo, las entidades podrán utilizar parcialmente instrumentos de capital no clasificados como capital de nivel 1 ordinario (CET1), por ejemplo, instrumentos de capital de nivel 1 adicional o de nivel 2, para cumplir los requerimientos de Pilar 2.
El capital de nivel 1 ordinario son los recursos propios de mayor calidad y consiste principalmente en acciones y beneficios no distribuidos de años anteriores.
El capital de nivel 1 adicional y el capital de nivel 2 pueden ser instrumentos de capital o instrumentos de pasivo, y son de menor calidad.
El capital de Pilar 2 se compone de dos elementos: los requerimientos, que cubren los riesgos infravalorados o no suficientemente cubiertos por el Pilar 1, y la recomendación, que indica el nivel adecuado de capital que deben mantener para disponer de colchones suficientes ante situaciones de tensión.
Existen también colchones de capital que mitigan riesgos concretos, como el colchón de conservación de capital y el colchón de capital anticíclico, para absorber pérdidas en épocas de tensión.
El BCE adelanta una medida que inicialmente estaba previsto que entrara en vigor en enero de 2021, como parte de la última revisión de la Directiva de Requerimientos de Capital.
Las medidas anteriores proporcionan, según el BCE, «un sustancial alivio a las entidades en cuanto a los requerimientos de capital en apoyo de la economía».
El BCE espera que los bancos aprovechen estas medidas «para prestar apoyo a la economía, y no para aumentar las distribuciones de dividendos ni la remuneración variable», los bonus.
Además, el BCE estudia con los bancos medidas individuales, como ajustes de los calendarios, procesos y plazos.
Por ejemplo, el BCE considerará la posibilidad de reprogramar las inspecciones in situ y de ampliar los plazos para la implementación de las medidas correctoras resultantes de las recientes inspecciones in situ y de las investigaciones de modelos internos.
El BCE será flexible respecto a los préstamos dudosos para ajustarse a las circunstancias específicas de los bancos.
También sopesará si ampliar plazos en relación con determinadas medidas supervisoras y solicitudes de información no críticas.
El BCE respalda la decisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) de aplazar la prueba de resistencia a los bancos europeos de 2020.
El BCE adopta estas medidas tras haber enviado una carta a los bancos que supervisa directamente el 3 de marzo de 2020 para recordarles la necesidad fundamental de considerar y abordar el riesgo de pandemia en sus estrategias de contingencia.
En la carta el BCE pedía a las entidades que revisen sus planes de continuidad de negocio y que consideren qué medidas podrían adoptarse para minimizar los posibles efectos adversos de la propagación del coronavirus. EFECOM