Insultos, insinuaciones y pedidos absurdos son las constantes bromas telefónicas que soportan a diario las operadoras del 113, el número de emergencia habilitado por el Gobierno para atender casos sospechosos del coronavirus.
Las llamadas a esta centralita no han parado de incrementarse desde que el 6 de marzo se conociera el primer caso confirmado en el país, pero la mayoría son bromistas a los que el Gobierno ha decidido cortar su línea de teléfono como castigo por torpedear la lucha contra esta pandemia.
Al inicio, el 75 % de las 3.000 llamadas diarias que recibían las 80 operadoras de este servicio resultaban ser de personas con intención de burla, en alocuciones que iban desde exabruptos a quedarse simplemente en silencio o saludos como «aló, mi amor» y solicitudes como saber qué hora es.
Actualmente esas bromas telefónicas se han reducido, pero continúan ocupando la mayoría de las llamadas recibidas por el 113 hasta ser el 60 % del total, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
MUCHOS NIÑOS AL TELÉFONO
«Hemos identificado que un porcentaje alto son niños que llaman a modo de juego», especificó Patricia Díaz, directora de Fiscalizaciones y Sanciones en Comunicaciones (DGFSC) del MTC.
Se trata de menores que realizan estas llamadas sin conocimiento de sus progenitores o tutores, pero esto no será contemplado como un exonerante para cortar las líneas telefónicas, una medida emprendida por el Gobierno dentro de la declaración de emergencia que ordenó un aislamiento obligatorio para toda la población desde el lunes.
La suspensión de las líneas de teléfono de los bromistas no solo contempla las llamadas al 113 sino a todos los números de emergencia a nivel nacional, incluidos la Policía Nacional, los bomberos y el SAMU (Servicio de Atención Médica de Urgencia).
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Bajo el estado de emergencia declarado por el Gobierno, las compañías de telefonía están obligadas a suspender por 30 días el servicio a los números de teléfono que las autoridades denuncien por haber hecho un mal uso de las líneas de emergencia.
CORTE INMEDIATO
«En esta coyuntura se procede al corte inmediato de las comunicaciones salientes de voz y datos», recordó Díaz. Los bromistas no solo se exponen a quedarse sin servicio telefónico, sino que además pueden ser multados con 2.150 soles (unos 600 dólares).
El martes, durante el segundo día de aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno a nivel nacional, hubo 47 llamadas malintencionadas a otros números que no son el 113, según reporto el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en un comunicado emitido este miércoles.
La mayoría (29) fueron al 105, el número de la Policía; diez fueron al 106, del SAMU; cinco al 115, del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) y tres a la Línea 100, gestionada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) para casos de violencia machista o doméstica.
«Debemos exhortar a los titulares de las líneas a que manejen con responsabilidad el servicio contratado. No habrá excepción en las suspensiones de las líneas, pues una broma de este tipo podría costar la vida de alguna persona que sí necesita el servicio de emergencia», advirtió Díaz.
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CONTAGIOS EN AUGE
Este miércoles, el número de infectados por el COVID-19 en Perú subió a 145, 28 más que el día anterior, de los que 19 están hospitalizados, pero solo 5 se encuentran en cuidados intensivos y con ventilación grave.
Las drásticas y extraordinarias medidas tomadas por el Gobierno peruano tienen por objetivo frenar la rápida propagación del virus y evitar que la capacidad hospitalaria del frágil sistema de salud peruano se vea sobrepasada por la emergencia.
Así las autoridades peruanas buscan que en Perú no se llegue a los niveles de expansión del coronavirus de países como Italia, donde hay más de 28.00 contagiados y casi 3.000 fallecidos, y en España, donde los infectados son más de 13.000 y los decesos 558.
EFE