Nataly Correa pertenece a la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y junto a su vocación militar por el deporte tiene otra pasión como que es integrante de la selección peruana de rugby que participó en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Nataly Correa recorre las calles limeñas jugando su partido más complicado: contra la pandemia del coronavirus. Sabe que la derrotará con esos tacles fuertes que realiza cuando pelea cada balón en sus cotejos de rugby.
Hoy, alejada momentáneamente de los campos de juego, a Nataly le toca lucir su glorioso uniforme de suboficial FAP para dar lo mejor para servir a la patria. En esta ocasión, no conoce al rival que enfrenta, sólo sabe que si no protege a la población podrá perder la batalla.
“En el deporte enfrentas a un rival y lo conoces, en la guerra también, pero hoy enfrentamos a un enemigo invisible”, señala la aguerrida militar nacida en la calurosa Piura.
Nataly abandonó la rutina de entrenamientos para estar en el frente, día y noche, haciendo respetar el toque de queda impuesta por el Gobierno Central para neutralizar el avance del covid-19 en el país.
“He sido preseleccionada, luego pasé a la selección con la que ganamos medalla en los Bolivarianos de Santa Marta 2017. También participamos en los Panamericanos Lima 2019 y después salimos triunfadoras en un torneo internacional en Uruguay, donde derrotamos a Chile, Paraguay y Venezuela”.
“Nada como entrenar en una cancha, con tus compañeras y amigas de la selección. Eso no tiene precio, pero hay que entender que hoy el país me necesita porque estos momentos uno debe estar preparado”.
Nataly sale en una patrulla mixta de 15 personas desde las 13 hasta las 19:00 horas. También lo hace en la madrugada cuando tiene que hacer respetar el toque de queda. Su labor es intervenir a los carros, a la gente que sale a las calles sin ningún motivo. Ha caminado por las calles de Miraflores y San Borja imponiendo el orden.
Por momentos tiene temor porque son los primeros en intervenir a las personas, pero confía en su entrenamiento y capacidad.
“Siempre hay un poco de miedo. Somos los primeros en intervenir a muchas personas. Hoy enfrentamos a un rival invisible, pero soy muy creyente en nuestro Señor Dios y vamos a salir juntos de esto”, indicó.