LA HABANA.- Cuba sumó este martes otros tres casos de COVID-19, uno de ellos fuera de La Habana, después de su primer día sin nuevos contagios en meses, informó el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la isla, que ya acumula 2.449 positivos.
Por primera vez desde la aparición del coronavirus a fines de marzo pasado, ayer lunes el país caribeño no registró nuevos confirmados en 24 horas. Este también fue el segundo día sin trasmisión local, pues el domingo solo se identificó un único caso en una viajera procedente del extranjero.
Entre los nuevos infectados -todos cubanos- resalta una enferma residente de la cercana provincia de Artemisa, en la fase 3 de desescalada desde este lunes, donde no se registraban enfermos desde el pasado 28 de mayo, señaló el director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, en su comparecencia televisiva diaria.
La paciente fue detectada en los estudios realizados en comunidades de todo el país y aún no se ha definido la fuente de infección. La víspera se analizaron en laboratorios cubanos 2.746 muestras, por lo que Cuba acumula 232.103 pruebas PCR, complementadas con miles de kits rápidos.
El resto de los contagiados son una viajera procedente de México, en aislamiento desde su llegada, y un vecino de La Habana, el único territorio del país todavía en fase 1 de reapertura y donde hasta ahora se acumulaban todos los nuevos positivos en la última semana.
Este paciente es contacto de otro caso confirmado anteriormente, especificó el doctor Durán.
Con las dos altas médicas reportadas en el día el total de recuperados ya suma 2.321 personas, lo que supone un porcentaje del 94,8 %.
Mientras, la cifra de muertes por coronavirus se mantiene en 87 desde hace nueve días.
En hospitales cubanos permanecen ingresados 136 pacientes, de ellos 38 casos activos de la enfermedad, la cifra más baja de las últimas semanas. Solo uno se encuentra en estado crítico y el resto evoluciona sin complicaciones.
Otras 146 personas permanecen aisladas en sus domicilios bajo la observación del programa de Atención Primaria de Salud.
CAUTELA EN EL FIN DE LA CURVA
La isla, donde el confinamiento nunca fue obligatorio, comenzó a aplanar la curva de la enfermedad a mediados de mayo, con una estrategia epidemiológica basada en el rastreo y hospitalización de los casos positivos y sospechosos, y del aislamiento en centros estatales de los contactos de ambos.
Pese a que los datos recientes son esperanzadores, las autoridades cubanas optan por la cautela antes que una reapertura apresurada.
El director de Epidemiología del Minsap insistió en que es probable que se detecten nuevos contagios en los próximos días, por lo que el rastreo intensivo y las pruebas aleatorias seguirán en marcha, algo especialmente importante dado el alto índice de casos asintomáticos.
Solo ayer lunes el Gobierno decidió pasar a la tercera y última fase de desescalada a la gran mayoría del país, donde no se reportaban contagios desde hace semanas, en algunos casos meses.
Esta fase restablece a pleno rendimiento todas las actividades económicas y productivas, así como de los servicios de salud y todos los trámites burocráticos. El uso de la mascarilla en espacios públicos y cerrados sigue siendo obligatorio.
Mientras, La Habana continúa rezagada en la fase 1, con la mayoría de las restricciones aún vigentes, incluyendo la mascarilla obligatoria para todas las actividades fuera de las casas.
La situación de la capital, cuyo aeropuerto es la principal puerta de entrada y salida del país, es lo que ha provocado que la isla no reanuden los vuelos comerciales tal y como estaba previsto para la última etapa de la reapertura, por lo que las fronteras continúan cerradas hasta nuevo aviso. EFE