LONDRES.- El líder del Partido Laborista del Reino Unido, Keir Starmer, reclamó este miércoles al gobierno conservador que cumpla su promesa de ofrecer 100.000 tests de COVID-19 diarios para mejorar la gestión de la pandemia, en la primera jornada por vía telemática en la Cámara de los Comunes.
Elegido al cargo el 4 de abril, Starmer debutó como líder de la primera formación de la oposición en la sesión semanal de preguntas al primer ministro, que en este caso fue sustituido por el ministro de Exteriores, Dominic Raab, al seguir el conservador Boris Johnson convaleciente del coronavirus.
El Parlamento británico, que reanudó ayer sus sesiones tras su suspensión el 25 de marzo, se reunió hoy por primera vez de forma telemática -por videoconferencia mediante diversas pantallas-, si bien Starmer, Raab y el presidente de los Comunes, Lindsay Hoyle, estaban presentes en la sala.
En su estreno, Starmer, antiguo fiscal general del Estado que sustituyó al socialista Jeremy Corbyn, se comprometió a hacer «una oposición constructiva» en especial durante esta crisis, pero también a tener «el coraje» de hacer rendir cuentas al Ejecutivo por sus errores.
En este sentido, preguntó a Raab si, tal como ha prometido, el gobierno ofrecerá para finales de mes 100.000 análisis al día para la detección del nuevo virus, con prioridad para el sector sanitario y de atención social, del máximo de 19.000 diarios que ha hecho hasta ahora.
Raab insistió en que el Ejecutivo «trabaja con varios laboratorios» para aumentar «su capacidad» de hacer tests y admitió que hay que mejorar «la distribución y logística» a fin de asegurar el acceso a esas pruebas de los sectores necesitados y el resto de la población.
Con Johnson ausente, el gobierno británico afronta crecientes acusaciones de falta de liderazgo y errores en la gestión de la pandemia, que aún no ha superado su pico en el Reino Unido.
Según los datos del gobierno, los fallecidos por el virus en hospitales británicos ascendieron el martes a 17.337 personas, tras sumar 823 en 24 horas, si bien estas cifras no incluyen los decesos en residencias de ancianos, hospicios de enfermos terminales o domicilios particulares.
Un análisis del periódico «Financial Times» publicado hoy, que combina esos datos con los más completos facilitados por la Oficina nacional de estadísticas (ONS), sitúa el número estimado de muertes en el Reino Unido en unas 41.000, más del doble que la cifra oficial. EFE