LONDRES.- Las muertes por la COVID-19 en el Reino Unido ascienden a 40.883, tras sumar 286 en veinticuatro horas, con lo que este país se consolida como el más afectado de Europa por la pandemia, informó este martes el Ministerio de Sanidad.
Los datos que difunde diariamente el Gobierno se refieren a casos confirmados por prueba diagnóstica, pero otras estadísticas apuntan a que los fallecimientos atribuibles al virus podrían superar los 50.000.
Estas últimas cifras se conocen después de que el Ejecutivo conservador haya anulado su plan de que todas las escuelas primarias reabran sus puertas obligatoriamente antes del receso veraniego, que empieza el 20 de julio, por la imposibilidad de garantizar la seguridad.
Tras escuchar las inquietudes expresadas por sindicatos y agrupaciones docentes sobre las dificultades para cumplir con las medidas para evitar los contagios, el ministro británico de Educación, Gavin Williamson, dijo hoy ante el Parlamento que no ve posible la apertura total de las aulas al menos hasta septiembre.
«Vamos a esforzarnos para que todos los niños puedan volver al colegio» ese mes, declaró Williamson, después de que el Gobierno planease inicialmente el retorno escalonado de los menores a partir de principios de junio.
La semana pasada, los niños de entre 4 y 6 años y los de 10 pudieron volver a clase en Inglaterra como parte de la desescalada, aunque por diversos motivos no todos lo hicieron, pero no así sus compañeros en las regiones de Escocia, Irlanda del Norte y Gales, que tienen sus propios calendarios de desconfinamiento.
El Gobierno de Londres ha optado por dar «flexibilidad» a las escuelas en Inglaterra -la región más poblada con 55,9 millones de habitantes de los 66,6 que tiene el Reino Unido- para que decidan si admiten o no a más alumnos en las próximas semanas, pero ya no será obligatoria la apertura de los centros antes de las vacaciones.
Mientras avanza el desconfinamiento en territorio británico, el Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, introdujo el lunes una cuarentena obligatoria de catorce días para quienes lleguen al Reino Unido, una medida que ha sido muy criticada por diputados de todos los partidos y los sectores de viajes y turismo.
El consejero delegado del grupo hispano-británico de aviación IAG, Willie Walsh, tachó ayer de «irracional» y «desproporcionada» la imposición de la cuarentena y confirmó que British Airways (BA), parte del conglomerado, y sus rivales de bajo coste easyJet y Ryanair recurrirán la medida en los tribunales.
Como parte de la reactivación de la sociedad tras el confinamiento, que fue decretado el 23 de marzo y levantado progresivamente a mediados de mayo, el Gobierno ha ordenado el uso de algún tipo de protección facial en el transporte público y cuando se acuda a hospitales o centros médicos.
Se recomienda también, sin ser obligatorio de momento, en todas las circunstancias en que no sea posible respetar la distancia preventiva de dos metros entre las personas.
El Ejecutivo se dispone a autorizar la apertura de los lugares de culto para la práctica individual a partir del 15 de junio, mientras que aspira a poder abrir bares y restaurantes en julio. EFE