LONDRES.- El número de muertos diarios por COVID-19 ascendió a 324 para llegar a un total de 39.369 decesos durante la pandemia tras haberse registrado 111 y 113 fallecidos en las dos jornadas previas, comunicó el Gobierno.
El Ministerio de Salud informó de 1.613 nuevos contagios, un día después de que Inglaterra relajase algunas medidas de distancia social y reabriera escuelas de primaria, a pesar de la oposición de algunos expertos.
El número de tests realizados en las 24 horas hasta las 8.00 GMT de hoy fue de 135.643, aunque las cifras que ofrece diariamente el Ejecutivo en ese terreno han sido puestas en cuestión por la Autoridad de Estadísticas del Reino Unido (UKSA, en inglés).
El director de este organismo, David Norgrove, ha enviado una carta al ministro de Salud, Matt Hancock, en la que indica que la forma en la que se presentan los datos puede provocar «confusión».
Critica en particular el hecho de que se mezcla en la misma cifra aquellas pruebas que ya se han analizado en un laboratorio con las que se han enviado por correo a posibles infectados pero todavía no han arrojado un resultado.
El diario «The Telegraph» reveló en mayo que decenas de miles de análisis pueden haber sido contados en dos ocasiones en las cifras oficiales; esto es, una vez cuando se envían por correo y de nuevo cuando han sido procesados.
En paralelo a los datos diarios que ofrece el ministerio de Salud, la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, en inglés) informó hoy de que el número de certificados de defunción que apuntan al coronavirus como posible causa de muerte, aunque no se haya confirmado con un test, ascendían a 44.401 en Inglaterra y Gales hasta el 22 de mayo.
Al agregar la información divulgada por Escocia e Irlanda del Norte, en el conjunto del Reino Unido se pueden haber producido 50.032 muertes por COVID-19.
Las personas que pertenecen a minorías étnicas han sido especialmente golpeadas por la enfermedad, según un informe del Servicio de Salud Público de Inglaterra publicado hoy.
Los ciudadanos de origen chino, indio, pakistaní, caribeño y de otras procedencias sufren un riesgo entre el 10 % y el 50 % más elevado de morir por COVID-19 que los blancos, advierte ese estudio.
El ministro de Salud afirmó en una rueda de prensa que esa información es particularmente relevante cuando «en todo el mundo la gente está enfadada por la injusticia», en referencia a las protestas por la muerte en Estados Unidos del negro George Floyd tras haber sido inmovilizado por la policía.
«Las vidas negras importan», dijo Hancock, que utilizó uno de los eslóganes que entonan los manifestantes en esas protestas.
«Adoro el hecho de que este país sea uno de los más acogdores, más tolerantes y diverso», sostuyo el ministro antes de añadir que «hay mucho más que hacer» para evitar esa incidencia «desproporcionada» del coronavirus en las minorías. EFE