Perú duplicó los casos de pacientes ingresados con COVID-19 en las unidades de cuidados intensivos (UCI), que han llegado a 385 para 525 camas disponibles a nivel nacional, lo que ha creado una situación grave que fue admitida este lunes por el presidente Martín Vizcarra.
El gobernante reconoció la reducción en la capacidad de atención para los pacientes graves, que se incrementaron en 218 en las últimas horas, y dijo que las autoridades saben «perfectamente» que «estas semanas son las más difíciles de la enfermedad» en el país.
«Esa cantidad de pacientes está más o menos cerca de la capacidad de respuesta que tenemos como sociedad, como país», sostuvo antes de reiterar «el esfuerzo, el compromiso, (de) sacar más fuerzas aún» para seguir afrontando la epidemia.
ÚLTIMAS CIFRAS
Vizcarra detalló que hasta el momento se han detectado 16.325 casos positivos de COVID-19 en 148.011 muestras tomadas y que, del total de enfermos, 1.682 están internados en los hospitales estatales, militares y policiales, así como en clínicas privadas.
El Ministerio de Salud (Minsa) agregó que hasta el momento han fallecido 445 personas por la enfermedad, mientras que 6.968 han recibido el alta médica.
El presidente informó que durante este fin de semana han trabajado para «sincerar la información» sobre la capacidad de atención en cuidados intensivos, lo que ha permitido determinar que ahora se tienen 140 camas UCI disponibles a nivel nacional.
En Lima y el Callao hay 379 de estas camas, con 318 de ellas ocupadas y 61 disponibles, mientras que en las regiones del país están ocupadas 67 y se tiene 79 disponibles.
SE RECUPERA CASO EMBLEMÁTICO
Ante la difícil situación, el mandatario reiteró la decisión del Ejecutivo de seguir mejorando el sistema sanitario y destacó la recuperación del sacerdote Luis Núñez del Prado, quien fue el primer peruano en ser internado en cuidados intensivos, hace casi 40 días.
Vizcarra dijo que este «es un caso emblemático» de la lucha contra el COVID-19 en el país y que su recuperación da «fuerzas para seguir trabajando».
Núñez del Prado dejó este lunes, tras 37 días, la unidad de cuidados intensivos del Hospital Rebagliati, de Lima, tras dar negativo en la prueba molecular que detecta la enfermedad.
El sacerdote fue transferido entre aplausos del personal médico hacia la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIM) del mismo hospital y aseguró que estos «son verdaderos ángeles» que le han permitido salir «fortalecido», porque ha «vuelto a la vida».
PRÓXIMO INCREMENTO EN UCI
Vizcarra aseguró que en los próximos días se van incrementar las camas de cuidados intensivos, que en total llegan a más de 900 pero muchas no cuentan con ventiladores mecánicos, que serán instalados en cuanto lleguen al país los nuevos lotes comprados, así como los que están fabricando la Marina de Guerra y la Universidad Católica.
Reconoció que, a pesar de todas las medidas que se toman, «lamentablemente va a haber personas que van a perder la vida», por lo que pidió a los ciudadanos que mantengan las medidas de alejamiento social y cuiden a las personas mayores y con enfermedades preexistentes.
Por su parte, el ministro de Salud, Víctor Zamora, admitió que la mortalidad «no solo se debe a la violencia con que afecta este virus a las personas más vulnerables», sino que también «está relacionada con la propia organización del sistema de salud», por lo que se mejorará la supervisión temprana de los casos ya detectados.
PROTESTAS DE PERSONAL SANITARIO
Mientras, este lunes también se presentaron varias protestas de médicos y enfermeras para exigir que se mejore e incremente la entrega de equipos de seguridad sanitaria para seguir cumpliendo con sus labores.
Además, en las últimas horas, el sindicato médico de la seguridad social manifestó su «total rechazo y preocupación» ante la posibilidad de que se contrate a médicos extranjeros que no estén colegiados en el país.
Ante esto, el Ministerio de Salud indicó, en un comunicado, que la pandemia ha generado «un impacto negativo en el sistema de salud» del país, ya que aproximadamente el 35 % de los profesionales han tenido que retirarse por ser mayores de 60 años o tener algún factor de riesgo que «los hace vulnerables a la infección».
Por ese motivo, sostuvo, se han tomado «medidas excepcionales» y se está coordinando con los colegios profesionales para crear los mecanismos que permitan que los graduados en el extranjero puedan incorporarse a los servicios de salud.
CAMBIOS EN SALUD Y EDUCACIÓN
Antes de terminar su presentación de este lunes, Vizcarra reiteró que hay «errores» en la atención de la epidemia, pero dijo que eso no sucede por «falta de voluntad, de compromiso, de ninguna manera».
Tras recordar que las muertes por la enfermedad en el país no superan el 3 % del total de enfermos, mientras que el promedio mundial es de 6 %, el gobernante enfatizó que se tiene que reformar el sistema de salud, que ya antes de la epidemia era muy deficiente.
«Este virus, esta pandemia, complica las cosas, las hace más complejas», dijo antes de asegurar que «por cada noticia mala hay cientos de buenas noticias».
Respaldó, además, los reclamos del personal sanitario y reiteró que, cuando pase la enfermedad, demostrará «con hechos concretos» su compromiso de darle prioridad a la salud y la educación «como las bases para el desarrollo de la sociedad» peruana.
EFE/ Fotos EFE