LONDRES.- El Reino Unido registra un total de 45.300 muertes por la COVID-19 tras la realización de un test diagnóstico, después de contabilizarse otros 27 fallecimientos, según datos difundidos este domingo por el Ministerio británico de Sanidad.
Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, precisó Sanidad en su página web, se han detectado 294.792 positivos, de ellos 726 en las últimas veinticuatro horas.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha indicado que no quiere tener que imponer un segundo confinamiento nacional en caso de que surja un nuevo brote de coronavirus.
En una entrevista publicada este domingo por el rotativo «The Sunday Telegraph», el líder conservador compara la posibilidad de decretar otro confinamiento con un «mecanismo disuasorio nuclear».
Sus palabras llegan después de que esta semana un informe encargado por el principal asesor científico del Ejecutivo británico, Patrick Vallance, alertara de que existe el «riesgo» de que una nueva ola de la COVID-19 este invierno sea más grave que la primera y pueda matar a otras 120.000 personas, además de hacer necesarias medidas de restricción.
El Ejecutivo del Reino Unido prosigue con su plan de desescalada y en Inglaterra, desde el 25 de julio, reabrirán los gimnasios, las piscinas y otras instalaciones deportivas.
A partir del próximo 1 de agosto también reanudarán su actividad negocios como salones de belleza, boleras o casinos, podrán funcionar de nuevo los teatros y se podrá ofrecer conciertos, siempre que se respete la distancia social.
Los empresarios podrán pedir a sus empleados que regresen a sus puestos de trabajo de manera física, si lo consideran seguro.
Además, se podrán celebrar bodas con un máximo de 30 invitados desde septiembre y, a partir de ese mes, reabrirán escuelas y guarderías en su horario normal. EFE