MOSC’U/Rusia.- Las autoridades de Crimea aseguraron hoy que no piensan restablecer el Medzhlis, la Asamblea Popular tártara, pese al fallo en ese sentido emitido esta semana por la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
«El Medzhlis fue prohibido por sus actividades extremistas, por lo que no se revisará la decisión judicial. No hay marcha atrás», declaró Zaur Smirnov, el jefe del comité del Relaciones Nacionales del gobierno crimeo, a la prensa local.
El funcionario explicó que Crimea «no permitirá las actividades de esa organización bajo presiones externas».
E insistió en que el Medzhlis «ha sido desacreditado por sus propios líderes, que asumieron una postura hostil en relación con los crimeos».
Smirnov recomendó a los tártaros de Crimea que creen nuevas organizaciones cívicas para la defensa de sus intereses en la península -anexionada por Rusia a Ucrania en el 2014-, donde representan en torno al 10% de la población.
«Tales organizaciones en Crimea hay más de diez. Los tártaros de Crimea se han integrado activamente en la vida política y social de la Federación Rusa y no necesitan un dudoso patrocinio del exterior», apuntó.
La CIJ ordenó esta semana a Rusia que se abstenga de imponer limitaciones a las instituciones representativas tártaras en Crimea y se asegure de que los ucranianos tengan acceso a la educación en su lengua materna, dos medidas que Moscú debe acatar de forma inmediata.
El Tribunal Supremo de Crimea prohibió en abril del 2016 las actividades del Medzhlis, al que calificó de organización extremista por negarse a aceptar la anexión rusa del territorio.
La minoría tártara no reconoce los resultados del polémico referéndum de marzo de 2014 por el que Crimea «se integró» en Rusia y sigue defendiendo la integridad territorial de Ucrania.
Los presidentes ucraniano, Petró Poroshenko, y turco, Recep Tayyip Erdogán, y la Unión Europea han denunciado la represión de esa minoría de credo musulmán.
El líder de los tártaros de Crimea, Mustafá Dzhemílev (foto), aseguró hace unos meses a Efe que, «por increíble que parezca», la situación de su pueblo es peor bajo la «ocupación rusa» de Crimea que en tiempos de la URSS.
Además, calificó de «vacías» las promesas del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la rehabilitación de su pueblo, la enseñanza de su lengua, la defensa de la toponimia y la cultura tártaras y la equiparación de rusos y tártaros ante la ley.
Los tártaros de Crimea, primos hermanos de los tártaros rusos, fueron los principales pobladores de Crimea hasta que el Imperio ruso conquistó el territorio en el siglo XVIII.
Durante el estalinismo fueron deportados en masa a repúblicas de Asia Central y solo pudieron regresar masivamente a Crimea en la Perestroika y tras la caída de la Unión Soviética en 1991.
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