Crisis política conduciría al Partido Social Demócrata de Alemania a una dirección bicéfala

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BERLÍN.-Desde que el domingo la  presidenta del Partido Social Demócrata, Andrea Nahles, anunciara su dimisión tras poco más de un año en el cargo, los nombres que más sonaban han corrido a explicar que con ellos no cuenten; al menos de momento.

Los líderes regionales Thorsten Schaefer-Guembel, Manuela Schwesig y Malu Dreyer que pilotarán la transición del partido, que pondrá en marcha un proceso para elegir en los próximos meses a un líder, o tal vez dos, dirección bicéfala, que aspire a frenar el declive del partido.

De que el SPD sea capaz de emerger de su aguda crisis, dependerá el futuro del gobierno alemán, donde los socialdemócratas gobiernan en una debilitada gran coalición con el centro-derecha de la canciller, Angela Merkel., comenta el diario El País,

Los malos resultados de las elecciones europeas del 26 de mayo (15,85% de los votos) y sobre todo la derrota en Bremen, un pequeño Estado en el que el SPD gobernaba desde hacía 73 años, han sumido al partido en una profunda crisis, que el domingo se cobró su primera víctima con la dimisión de la presidenta del partido, firme defensora del contrato de coalición con los conservadores.

Annegret Kramp-karrenbauer, presidenta de la CDU, el partido mayoritario de la gran coalición, que también sufrió un varapalo en las europeas, explicó que  el resultado del ejercicio de autocrítica al que se ha sometido desde el domingo la formación

. Dijo AKK, como se la conoce en Berlín, que han escuchado la voz que emana de las urnas y las preocupaciones de unos votantes que han encumbrado a Los Verdes como segundo partido más votado. Digitalización, medio ambiente, equidad en las condiciones de vida en todo el país y una nueva movilidad son algunos de los ejes. Para implementarlos advirtió, hace falta que el SPD tome sus decisiones.

El partido se encuentra en caída libre y escasean los voluntarios dispuestos a inmolarse, sobre todo, a la vista de un horizonte poco prometedor. En otoño se celebran tres elecciones regionales en el este del país, en las que el SPD tiene muchas papeletas para hundirse todavía más. Asumir ahora el liderazgo del partido equivaldría a encajar de entrada sonadas derrotas; algo que resulta poco apetecible para cualquier líder. (ECHA/ Agencias)

 

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