GINEBRA.- Unos 62.000 personas dejaron Nicaragua el 2018 debido a la crisis política y social que soporta el país y una gran mayoría de ellas (55.500) se refugiaron en la vecina Costa Rica, informó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
«En este flujo de refugiados muchos de ellos han recurrido a cruzar irregularmente (la frontera) para evitar ser detectados, a menudo caminando durante horas a través de complicados terrenos», expresó en rueda de prensa la portavoz de ACNUR Elizabeth Throssell al anunciar estas cifras.
«Inicialmente se trató de adultos, pero ahora también están huyendo familias enteras con niños», mencionó la fuente que agregó que muchos refugiados están expuestos a contraer enfermedades como la malaria.
El organismo saludó los esfuerzos de Costa Rica por recibir estos refugiados y facilitar los trámites de asilo, y resaltó que apoyará esos esfuerzos con el fin de reducir los tiempos de procesamiento de estos procedimientos.
De acuerdo con las autoridades migratorias de Costa Rica, 29.500 nicaragüenses han cursado ya sus solicitudes de asilo, mientras otros 26.000 esperan que las suyas se formalicen.
Entre los refugiados, explicó ACNUR, hay estudiantes, antiguos funcionarios públicos, políticos opositores, periodistas, médicos, activistas de derechos humanos y campesinos, con un importante número de ellos que requieren de asistencia médica, apoyo psicológico, y ayuda alimentaria y de vivienda.
«Sin una solución política de la crisis en Nicaragua, la gente continuará marchándose», alertó la portavoz, quien agregó que se necesitan más fondos orientados a fortalecer la respuesta humanitaria de ACNUR en esta crisis migratoria.
Foto EFE