LA HABANA.- Cuba celebra este 1 de enero los 58 años del triunfo de la Revolución, el primer aniversario en el que no estará el hombre que la lideró, Fidel Castro, fallecido el pasado 25 de noviembre a los 90 años, pero quien estará «presente en cada cubano», señalan los medios oficiales de la isla.
En el país los festejos por el Año Nuevo coinciden con las celebraciones del aniversario de la Revolución Cubana, unos fastos marcados usualmente por una alocución a la medianoche trasmitida por la televisión y la radio nacionales, en la que es de esperar que el protagonista este año sea el desaparecido expresidente.
«Llegará el momento esperado la noche del día 31 para despedir el 2016 y Fidel estará en las casas de Cuba«, asegura un artículo de la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), que agrega que «en diálogo con la historia, Fidel recibirá junto a los cubanos esta nueva alborada de enero».
Esa alocución suele darla un locutor de los medios oficiales, casi siempre en «off», y tiene carácter de editorial que marca la postura oficial del Estado.
La oriental Santiago de Cuba, lugar de descanso final de Fidel Castro (1926-2016) y la ciudad en donde el fallecido líder pronunció un histórico discurso en la madrugada del 1 de enero de 1959, celebrará la tradicional «Fiesta de la bandera» en el parque Céspedes, el mismo sitio en el que Fidel Castro se dirigió a los santiagueros.
Con 115 años de antigüedad, la celebración consiste en izar a la medianoche una bandera cubana gigante mientras suena el himno nacional, un festejo que desde 1959 también conmemora los aniversarios de la Revolución.
Cantantes y grupos de baile locales protagonizarán el espectáculo, que a partir de este 2017 pasará a llamarse «Acto patriótico en homenaje a la bandera» y que se espera atraiga a muchas personas frente al Ayuntamiento de la ciudad, la segunda en importancia del país.
En La Habana, aunque no se ha sentido el ambiente festivo de otros años, sí se han programado en estos días varios conciertos de grupos musicales y ferias comerciales, en las que los habaneros pudieron encontrar los productos agrícolas que normalmente escasean en los mercados populares.
Los cubanos no acostumbran a recibir el Año Nuevo con masivas reuniones ni grandes espectáculos de fuegos artificiales, sino que prefieren cenar en familia o en alguno de los cientos de restaurantes privados o «paladares», que desde hace varias semanas publicitan sus ofertas especiales para la fecha.
El primero de enero es el día elegido para festejar fuera de casa y asistir a conciertos y actividades culturales programados por el ministerio de Cultura de la isla, que ha mantenido su acostumbrada cartelera en estos días.
A pesar de los rumores de que el país no festejaría estos días, en una extensión de los nueve días de luto tras la muerte del expresidente, varios medios oficiales aseguraron que las celebraciones tendrían lugar como de costumbre en instituciones culturales y espacios públicos, aunque con «moderación».
Igual «que hay alegrías compartidas, hay también tristezas, Cuba lo sabe, y al igual que en tantos puntos de la ínsula, aún en la ciudad de Santiago de Cuba, se siente un vacío este fin de año, porque Fidel ya no está», señala la ACN.
EFE/ Foto internet- medios