LA HABANA.- Cuba registró ocho nuevos casos de COVID-19 este viernes, siete de ellos en La Habana, región que ha sido el epicentro de la pandemia en las últimas semanas y que hoy entra en la primera fase de reapertura.
El Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la isla informó en su parte diario que los ocho contagios confirmados la víspera están relacionados con dos focos de trasmisión detectados en los últimos días en La Habana y su provincia vecina de Mayabeque, que hoy reporta un nuevo caso.
Con la actualización de este viernes Cuba acumula un total de 2.361 personas infectadas con el SARS-CoV-2, de los cuales 49 casos se mantienen activos (48 estables y uno grave). Se dieron 3 altas médicas para un acumulado de 2.224 recuperados.
La cifra de fallecidos se mantiene en 86 al no haberse registrado nuevas muertes en los últimos seis días.
Además de los casos confirmados, también hay hospitalizadas otras 84 personas por ser sospechosas de portar la enfermedad, mientras otras 131 están aisladas en sus hogares atendidas por el sistema de atención primaria.
Los ocho nuevos casos fueron detectados tras estudiar 2.690 muestras PCR, todos eran asintomáticos en el momento del diagnóstico y dos de ellos son niños, según detalló el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en su comparecencia televisiva diaria.
Aunque los habaneros empiezan en esta jornada la primera de las tres fases en que se ha escalonado la recuperación, Duran recordó que se mantienen las principales medidas preventivas: uso de la mascarilla, distanciamiento físico y lavado frecuente de las manos.
Las autoridades de la isla han advertido de que la capital continuará siendo el lugar donde se concentran los mayores riesgos, por lo que han pedido «mucha responsabilidad y cautela».
La primera fase de la desescalada incluye, entre otras medidas, la reanudación del transporte público urbano, la reapertura de restaurantes, playas y el turismo solo para los nacionales. EFE