LA HABANA.- Cuba apuesta por atraer inversión extranjera a su industria farmacéutica y biotecnológica para fortalecer y expandir un sector que cuenta con calificados recursos humanos, una infraestructura ya instalada y producciones de interés para Estados Unidos y otros países de alta industrialización.
Si bien las exportaciones cubanas hacia el país norteño están prohibidas por el embargo impuesto por Washington, dos productos líderes de la biotecnología cubana con un atractivo mercado en territorio estadounidense ya entreabrieron la puerta en el último año para eventuales negocios futuros.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos concedió, al amparo de dar respuesta a una necesidad médica no resuelta, la licencia para que la máxima autoridad reguladora del país, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), someta a estudio el Heberprot P, un novedoso medicamento cubano que reduce el riesgo de amputaciones en pacientes diabéticos con úlceras graves.
De acuerdo a datos de la Asociación Americana de Diabetes, 29.1 millones de estadounidenses, equivalentes a 9.3 por ciento de la población del país, padecía la enfermedad en el 2012. La prevalencia en adultos de 20 años o más en ese mismo año fue de 12,3 por ciento, comparado con un 11. 3 por ciento el 2010.
Además, un acuerdo entre el cubano Centro de Inmunología Molecular (CIM) y el Instituto Roswell Park contra el Cáncer en Nueva York permitirá someter a ensayos clínicos en territorio estadounidense la vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón CIMAVax-EGF, creada el 2011 luego de 15 años de investigación por esa institución de la isla.
Una especialista local en el tema que pidió el anonimato consideró a IPS que son dos buenos ejemplos del interés en el vecino país de una industria que comenzó a ser desarrollada por Cuba en la década de los 80 y en la actualidad exhibe “competencias propias de países industrializados”.
Muestra en una feria en La Habana del medicamento HebertPro-P, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba. Ayuda a evitar las amputaciones por ulceraciones profundas que provoca la diabetes. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
El embargo económico y comercial de Estados Unidos contra Cuba aún sobrevive al restablecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales, concretado el 2015.
Pero el presidente Barack Obama podría hacer uso de sus prerrogativas para permitir, entre otros, la importación por Estados Unidos de productos cubanos del sector de biotecnología.
Sin esperar el cese de las restricciones por parte de Estados Unidos, que depende de su Congreso legislativo, el gobierno cubano actualizó su cartera de oportunidades de inversión extranjera, entre las cuales se priorizan proyectos del sector de la biotecnología, desarrollo y producción de medicamentos en la Zona Económica de Desarrollo de Mariel.
Las ofertas incluyen la construcción de una nueva instalación biotecnológica industrial para la producción de anticuerpos monoclonales de uso terapéutico para cáncer y otras enfermedades crónicas no transmisibles, una planta de hemoderivados y otra para la producción de biofármacos para el tratamiento del cáncer y otros padecimientos.
“Este es el sector más atractivo, sus frutos son más inmediatos y el capital se recupera rápido”, comentó a IPS un diplomático europeo.
Fuente: IPS/Patricia Grogg