LA HABANA.- Cuba registró este sábado otros 35 casos de COVID-19, la mayoría en una Habana bajo fuertes medidas restrictivas que aún no logran aplanar la curva ascendente de contagios, dispersos por toda la ciudad.
De estos positivos, 30 residen en diez de los quince municipios de la capital, que acumula 539 nuevos pacientes en los últimos quince días, informó el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en su comparecencia televisiva habitual.
La mayor parte de los enfermos en La Habana están relacionados con varios rebrotes que provocaron la cancelación de la apertura en el territorio y el regreso a la fase 0 o «etapa de trasmisión autóctona limitada» del virus, después de que la urbe permaneciera estancada un mes en la fase 1 de desescalada.
Los cinco pacientes restantes pertenecen a la cercana provincia de Artemisa, que tuvo que retroceder de la tercera y última fase de reapertura a la segunda, con la localidad de Bauta en fase 1 por ser sede de uno de los mayores eventos de trasmisión del virus desde el inicio de la epidemia en el país.
El registro de hoy significa un incremento con relación a los 17 reportados ayer viernes y mantiene la tendencia oscilante al alza de los registros de las últimas dos semanas, en las que se anunciaron las dos cifras más altas de contagios diarios (93 y 83) desde la detección de los primeros casos en marzo pasado.
Cuba ya acumula 3.617 confirmados, de los que se han recuperado 3.006 -55 altas médicas en el día-, para un 83,2 % de pacientes curados, según datos oficiales, que sitúan en 89 el recuento de fallecidos por coronavirus.
En hospitales cubanos permanecen ingresadas 1.232 personas, de ellas 520 son casos activos de COVID-19: tres críticos, 14 graves y el resto con evolución estable, indica el parte diario del Ministerio de Salud, que desde hace varios días no revela la cantidad de personas aisladas en sus hogares.
DETECCIÓN Y AISLAMIENTO TEMPRANOS
Los pacientes de hoy fueron detectados entre 4.562 muestras PCR, para un total de 356.225, complementadas con miles de kits rápidos.
De los 35 nuevos contagios -34 cubanos y 1 francés residente-, 30 son contactos de otros casos confirmados y en cinco no se identifica aún la fuente de infección.
Todos se hallaban en aislamiento (17 en centros estatales y 18 en hospitales), precisó el doctor Durán, quien destacó la efectividad de la identificación temprana y el rastreo de contactos como método para controlar la epidemia, una estrategia que a Cuba le ha surtido efecto.
«Lo importante es eso: cogerlo a tiempo, aislarlo (al enfermo) aún sin diagnóstico para evitar que propague la enfermedad en su comunidad», insistió el director de Epidemiología del Ministerio.
Cuba pasó de declarar controlada la COVID-19 y celebrar dos días sin contagios locales el pasado julio a reportar 37 nuevos pacientes una semana después, en lo que sería el inicio de varios rebrotes que han puesto en jaque el plan nacional de desescalada.
Después de permanecer estancada mas de un mes en la fase 1 de reapertura, La Habana restableció fuertes medidas restrictivas como la suspensión del transporte público, la limitación de la entrada y salida de la ciudad, el cierre de la mayoría de los servicios y el uso obligatorio de la mascarilla fuera de las casas.
Del resto de los territorios, solo las cercanas Artemisa y Mayabeque se mantienen la fase 2, que suaviza restricciones como el uso de la mascarilla, requerida solo en lugares cerrados, y restablece servicios al 50 % de su capacidad.
La mayoría de la isla se encuentra en la última fase de reapertura, que incluye la apertura de fronteras – pospuesta sin fecha hasta que La Habana mejore su situación – y el reinicio del curso escolar en septiembre, con excepción de la capital. EFE