SANTIAGO DE CHILE.- El cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago y de cuestionado ministerio en los casos de pederastia descubiertos en la Iglesia católica, viajó hoy finalmente a Roma para reunirse junto a otros obispos chilenos con el papa Francisco.
La cita que se va a celebrar entre el lunes y el jueves próximo en el Vaticano, se enmarcará en los casos de pederastia y principalmente en las acusaciones de encubrimiento contra algunos prelados, uno de ellos Errázuriz.
En la mañana de este sábado, la autoridad eclesiástica llegó hasta el aeropuerto internacional de Santiago para tomar un vuelo con destino a Roma.
«Hasta ayer (viernes) pensaba que no iba, pero a mi edad puedo cambiar de opinión», afirmó en la terminal aérea al portal La Tercera antes de subir al avión.
Hacía pocas semanas, que Francisco Javier Errázuriz había efectuado un viaje al Vaticano, para entregar un extenso informe de catorce páginas sobre el proceso al padre Fernando Karadima -condenado por la justicia canónica a una vida de oración y penitencia por violaciones y abusos sexuales a menores– y las ramificaciones del caso.
Con esta determinación, Errázuriz sí formará parte de las reuniones donde el Pontífice «compartirá sus conclusiones personales derivadas de la reciente misión especial a Chile confiada a monseñor Charles Scicluna», según informó la Santa Sede durante esta jornada.
«El Santo Padre, interpelado por las circunstancias y los desafíos extraordinarios que plantean los abusos de poder, sexuales y de conciencia, ocurridos en Chile a lo largo de las últimas décadas, considera necesario examinar en profundidad sus causas y consecuencias, así como los mecanismos que han llevado en algunos casos a su encubrimiento y a las graves omisiones hacia las víctimas», señala parte del documento.
Agrega el texto que durante las reuniones, en las que participarán 31 Obispos diocesanos y auxiliares y dos Obispos eméritos, el Santo Padre estará también acompañado por el Prefecto de la Congregación para los Obispos, cardenal Marc Ouellet.
El encuentro de los miembros de la Conferencia Episcopal chilena con el pontífice tendrá lugar después que Francisco recibió y hospedó en su casa a tres víctimas del cura Fernando Karadima.
Karadima fue además formador de medio centenar de sacerdotes, de los que cinco han llegado a ser obispos, algunos de ellos acusados también de encubrir los delitos de Karadima.
Juan Carlos Cruz, una de las víctimas que el papa recibió y a quienes pidió perdón, ha señalado que el cardenal Errázuriz es un personaje «tóxico» para la Iglesia, entre otras cosas por haberse negado por varios años a investigar a Karadima tras recibir las respectivas denuncias.
Uno de los formados por Karadima, Juan Barros, es desde 2015 obispo de Osorno, acusado también de encubridor, pero en su visita a Chile el pasado enero, el papa lo defendió y calificó de «calumnias» las acusaciones en su contra.
No obstante, después envió a Chile, a conversar con las víctimas, al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y tras conocer su informe los invitó a Roma para pedirles perdón y citó a todos los obispos chilenos a un encuentro que podría suponer un profundo remezón en la Iglesia chilena.
El papa también dijo que sus opiniones anteriores se debieron a que recibió información tergiversada de la situación, que las víctimas achacan a Errázuriz, al cardenal Ricardo Ezzati, actual arzobispo de Santiago, y al nuncio apostólico, Ivo Scapolo.
Al encuentro con el papa Francisco no viajarán el obispo Andrés Arteaga, afectado de un Parkinson avanzado; el arzobispo emérito de La Serena Bernardino Piñera, tío del presidente Sebastián Piñera, que tiene más de 100 años, y el cardenal Jorge Medina, arzobispo emérito de Valparaíso, también por su avanzada edad.
EFE/Foto: aciprensa.com