BRUSELAS (Bélgica).- Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea tratarán este jueves de salvar las diferencias que les alejan de nuevas medidas para intervenir el mercado energético y rebajar la factura de hogares y empresas, por ejemplo con un límite temporal y flexible al precio de las compras de gas en la Unión Europea mientras se diseña una reforma de mayor calado o con un mínimo de compras conjuntas obligatorias para llenar las reservas nacionales.
«Las medidas no son suficientes, necesitamos más. Estoy de acuerdo en que es extremadamente urgente (avanzar)», dijo el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, la víspera de la cumbre europea al ser preguntado por si comparte la impresión del Gobierno español, cuya vicepresidenta encargada de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha situado las últimas propuestas de Bruselas «por debajo de las expectativas».
Los líderes encargaron hace dos semanas a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuestas «claras y concretas» sobre cómo intervenir el mercado energético para poner fin a la volatilidad provocada por la guerra de Rusia en Ucrania e impedir que los precios de la energía se disparen.
La jefa del Ejecutivo comunitario ha respondido con una batería de ideas que van desde obligar a la compra conjunta de al menos el 15% de las reservas de gas nacionales hasta un mecanismo de solidaridad también obligatorio para asistir en casos excepcionales a países que puedan enfrentarse a un corte energético total y no tenga convenios bilaterales para recuperarse.
Pero las grandes diferencias se centran en cómo poner techo al precio del gas, con países que reclaman un límite total sea cuál sea su origen hasta los que se resisten por temor a perder proveedores fiables, y otros elementos de la propuesta que auguran unas conversaciones «complejas» y «largas» durante la cita de mandatarios.
La acogida de las capitales difiere también respecto al nuevo «mecanismo de límite flexible» que plantea Bruselas para cubrir el vacío inmediato mientras la UE trabaja en un nuevo índice de referencia para el gas natural licuado (GNL) a partir de marzo del próximo año que refleje mejor la «realidad del mercado» que el actual TTF holandés, que ahora permite precios «excesivos».
Algunas delegaciones consideran que los precios se han estabilizado significativamente en los últimos días con todos los almacenes cerca del 100% de su capacidad por lo que ponen en duda la necesidad de un mecanismo urgente que sólo se aplicaría durante un periodo «muy corto», indican fuentes diplomáticas, que opinan que la UE puede sentirse «segura» este invierno porque los precios no volverán a subir hasta la primavera.
Queda pendiente por definir la voluntad de ampliar el mecanismo ibérico al resto de Europa, una medida que ha defendido la presidenta de la Comisión Europea pero que no se incluye entre las propuestas que debatirán los líderes, al entender que no existe apetito de los Veintisiete, que quieren aclarar elementos como la exportación de electricidad subvencionada a países terceros, cómo afecta a incentivar el consumo en lugar de reducirlo y como compensar la diferencia entre el precio de mercado y el límite que se establece.
Fuente Europa Press / foto Twitter
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