MADRID.- El cuñado del rey Felipe VI, Iñaki Urdangarin, alega que fue únicamente «un mediador sin conocimientos de Derecho de Administrativo» para pedir al Tribunal Supremo español su absolución en el caso de corrupción por el que en primera instancia fue condenado a seis años y tres meses de cárcel.
Se trata del llamado caso Nóos, por el que Urdangarin, que era responsable de ese instituto sin ánimo de lucro, fue condenado por los delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, tráfico de influencias y dos delitos fiscales.
Según el escrito que ha dirigido al Supremo, el cuñado del rey alega que actuó únicamente como para conseguir, con sus «contactos deportivos e institucionales», que la región de Baleares celebrase unos foros sobre turismo y deporte o patrocinara «al mejor equipo del mundo de ciclismo».
Partiendo de esta tesis, Urdangarin se califica a sí mismo como un «amigable componedor», según el recurso de casación, que publica hoy el diario El Mundo.
Asegura además en su recurso que actuó «con la conciencia de que todo se hacía correcta y legalmente», descargando de nuevo la responsabilidad de las contrataciones en su ex socio Diego Torres, vicepresidente de Nóos, que también ha pedido la absolución al Tribunal Supremo.
Por todo ello, el marido de Cristina de Borbón entiende que la sentencia por la que ha sido condenado está basada en «fundamentaciones ilógicas, absurdas y que carecen de la solidez y razonabilidad legalmente necesarias» y apunta a que esa versión judicial «resulta más improbable que probable».
El caso Nóos llegó ya al Supremo el pasado 3 de julio cuando la Fiscalía presentó su recurso reclamando aumentar la condena de Urdangarin en un mínimo de 10 años y un máximo de 14 años de cárcel, dependiendo la pena alternativa que el alto tribunal considere más apropiada imponer en este caso.
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