BERLÍN.- La cúpula del Partido Socialdemócrata (SPD) alemán trata de asegurarse un apoyo suficiente de sus bases al preacuerdo de coalición alcanzado por su líder, Martin Schulz, con la canciller Angela Merkel, y que rechazan las nuevas generaciones de la formación.
Tanto el vicepresidente del SPD, Olaf Scholz, como el primer ministro del estado federado de Baja Sajonia, Stephan Weil, y la jefa del grupo en el Bundestag (Parlamento federal), Andrea Nahles, elogiaron el consenso alcanzado el viernes y que deberá ser ratificado en un congreso socialdemócrata, el próximo día 21.
«El preacuerdo es una buena base para negociar una gran coalición», apuntó Scholz, en unas declaraciones a la plataforma Redaktionsetzwerk Deutschland, mientras Weil recomendaba una lectura «atenta» de sus contenidos, ya que en su opinión «cuanto mejor se examinan, más clara queda la calidad del conjunto».
En sentido parecido se pronunció Nahles, en unas declaraciones a la televisión pública Ard, donde ya ayer Schulz defendió la solidez de los puntos acordados y plasmados en un preacuerdo de 38 páginas.
El consenso surgió tras una maratoniana ronda negociadora de más de 24 horas entre Schulz, Merkel y Horst Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller.
La formación bávara logró imponer sus restricciones en política migratoria y es, en opinión coincidente entre los medios alemanes, la vencedora de la negociación.
En cambio, el SPD se quedó a medio camino, ya que no logró que prosperasen sus propuestas para gravar a los ingresos más altos, entre otros aspectos, aunque sí defendió con éxito una serie de mejoras en cuanto a jubilaciones, sistema sanitario y ayudas a la familia.
Las Juventudes del SPD -«Jusos»- eran contrarias de antemano a reeditar una gran coalición y expresaron ya su rechazo frontal a una alianza de gobierno con Merkel en el congreso del partido del pasado diciembre, en el que Schulz fue reelegido como presidente.
Los «Jusos» han recrudecido ahora sus críticas y advertido que tratarán de bloquear ese acuerdo en la convención extraordinaria convocada por el SPD el domingo de la semana entrante, en Bonn, donde el preacuerdo se someterá al voto de los delegados.
Solo si se supera esa votación se abrirán negociaciones formales de coalición y, de alcanzarse un pacto de Gobierno, éste será sometido a una consulta entre las bases socialdemócratas.
Schulz expresó ayer su confianza en que superará ambos votos y destacó que el preacuerdo logró ya el respaldo por amplia mayoría de la dirección del SPD, en la reunión mantenida el viernes tras darse a conocer el consenso alcanzado con la CDU/CSU.
A lo largo de este fin de semana se celebrarán diversos actos en los que la cúpula del SPD defenderá ante su militancia el preacuerdo.
Está previsto que el ministro de Exteriores y exjefe del partido, Sigmar Gabriel, intervenga ante sus correligionarios del estado federado de Sajonia Anhalt (este).
Se ha convocado asimismo una reunión de la directiva en Renania del Norte-Westfalia (oeste), la delegación regional más poderosa del partido y especialmente crítica respecto a una nueva gran coalición, donde los «Jusos» tienen una fuerte influencia.
Schulz visitará la próxima semana varias delegaciones regionales, como Renania y Baviera, el próspero «Land» dominado por la CSU, donde el próximo otoño se celebrarán elecciones regionales.
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