Cusco: Canadá, Corea, España y Turquía compiten para asesoría del aeropuerto de Chinchero

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El Gobierno peruano recibió este martes las propuestas finales de sus pares de Canadá, Corea del Sur, España y Turquía para asesorarle en la construcción del nuevo aeropuerto de Cusco, que será la principal puerta de entrada para Machu Picchu, la principal atracción turística del país.

Las propuestas serán revisadas por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para escoger la más ventajosa para el Ejecutivo peruano y suscribir un contrato de Estado a Estado en julio.

El apoyo y asistencia que brindará el otro Estado no incluye el otorgarle la ejecución de la obra directamente, ni la concesión de la operación ni su mantenimiento, precisó el MTC en un comunicado.

La asistencia se centrará en que el proyecto alcance las certificaciones ambientales internacionales, que garanticen su adecuada integración con el entorno natural.

La contratación de las obras y su supervisión se encuentra bajo un proceso de licitación internacional abierto, como ocurrió con la organización de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde Perú suscribió un contrato de Gobierno a Gobierno con el Reino Unido y luego adjudicó las obras a empresas peruanas, españolas y chilenas.

El Gobierno peruano decidió que el aeropuerto de Chinchero se construirá como obra pública después de romper unilateralmente el contrato de asociación público-privada con el consorcio Kuntur Wasi, formado por la argentina Corporación América y la peruana Andino Investment Holding.

El contrato fue roto después de firmarse una polémica adenda que en el 2017 le costó el puesto de ministro de Transportes y Comunicaciones al actual presidente, Martín Vizcarra, una modificación que aumentaba el gasto público ya que el consorcio no tenía liquidez para comenzar las obras.

Ese cambio en el contrato hacía que el costo del aeropuerto se fijara en 520 millones de dólares, de los que 410 serían cubiertos por el Ejecutivo y 109 por el concesionario, que iba a tener la concesión de operación y mantenimiento de la instalación durante 40 años.

El aeropuerto está proyectado que se construya en el municipio de Chinchero, unos 30 kilómetros de la ciudad de Cusco, antigua capital del imperio incaico, y requerirá una inversión de unos 600 millones de soles (unos 177 millones de dólares), según el MTC.

La pista de aterrizaje estará a una altitud de 3,728 metros sobre el nivel del mar y tendrá 4,000 metros de longitud por 45 de ancho, mientras que la terminal, de 40,000 metros cuadrados, tendrá 11 puertas de embarque y 13 mangas.

El objetivo es ampliar la capacidad aérea de Cusco, la capital turística de Perú, que se ve limitada por el actual aeropuerto Alejandro Velasco Astete, enclavado dentro de la ciudad y sin capacidad para recibir vuelos de noche ante la proximidad de las montañas.

El proyecto de Chinchero no está exento de polémica, ya que asociaciones de pilotos han advertido en diversas ocasiones que el emplazamientos reúne condiciones adversas para el paso de aeronaves, entre ellas los vientos, la altitud y la proximidad de montañas a la hora de despegar.

En ese sentido, el MTC detalló que el procedimiento de vuelo establecido no incluye bajo ninguna circunstancia que las aeronaves sobrevuelen las ruinas incas de Ollantaytambo o Machu Picchu, sino que al despegar «virarán en ruta opuesta a estos sitios arqueológicos, sin existencia de huella de ruido».

Se estima que el aeropuerto de Chinchero impulsará y consolidará nuevas rutas internacionales directas a Cusco desde Bogotá, Buenos Aires, Panamá y Sao Paulo (Brasil), entre otros importantes puntos de conexión internacional de la región.

EFE

 

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