CUSCO.- Al menos 607 hectáreas de pastizales y bosques de pino y eucalipto se perdieron tras un voraz incendio forestal que se registró en el distrito de Maranganí, provincia cusqueña de Canchis, confirmó la Oficina de Gestión de Riesgo de Desastres de Cusco.
El incendio de considerable magnitud, uno de los primeros en la presente temporada de sequía, se registró en la comunidad de Ocobamba. Pobladores, efectivos de la policía, bomberos y miembros de serenazgo, lograron controlarlo el último jueves.
De acuerdo a la evaluación de daños y análisis de necesidades, elaborados por la Oficina de Gestión de Riesgos del Distrito de Maranganí, las pérdidas incluyen las 607 hectáreas de cobertura vegetal y 5,800 árboles, entre pinos y eucaliptos. Además, el humo y las cenizas afectaron a los habitantes.
El grupo de trabajo de la plataforma de Defensa Civil, Gestión de Riesgo de Desastres, subprefectura, la autoridad edilicia y representantes comunales, recibieron del gobierno regional los conocidos ‘matafuegos’, rastrillos y palas forestales, entre otras herramientas para combatir el fuego.
“Afortunadamente no hubo daños personales”, reportaron las autoridades.
Entre tanto, la Policía de este distrito inició las investigaciones para determinar quién o quiénes fueron las personas que propiciaron el incendio que dejó grandes pérdidas materiales.
Otro siniestro
Mientras un sector de autoridades laboraba por Maranganí, otro lo hizo en las faldas del cerro Jururo, en el sector alto Pichasani de Sicuani, provincia de Canchis, para controlar otro incendio forestal.
La quema habría sido provocada por un vecino, pero afortunadamente se logró apagar las llamas a tiempo, pese a las corrientes de viento. Las brigadas de serenos, policías, bomberos y pobladores se desplazaron a la zona, incluso con extintores.
Fuente y foto Andina