TEXAS.- Al fracasar las negociaciones con el tirador Micah X. Johnson, el Departamento de Policía de Dallas consideró que se llegó a un punto de no retorno por lo que era necesario utilizar el robot diseñado para estos casos.
David Brown, jefe del Departamento de Policía de Dallas, relató en conferencia de prensa cómo fueron los minutos finales de Micah X. Johnson, el tirador que durante una marcha por los derechos de los afroamericanos asesinó a cinco agentes estatales e hirió a otros seis.
«No vimos otra opción más que usar nuestro robot y colocar un dispositivo para detonarlo donde estaba el sospechoso. Otras alternativas hubieran colocado a nuestros oficiales ante un grave peligro», explicó.
«El sospechoso murió como resultado de la detonación de la bomba», añadió el jefe de Policía de Dallas.
Pese a que Brown no especificó cuál fue el modelo utilizado para neutralizar a Johnson, no son muchos los tipos que existen y sus características no varían mucho entre uno y otro.
Todos son controlados remotamente, pesan alrededor de 25 kilogramos y tiene brazos extendibles con múltiples articulaciones que pueden desplegarse varios metros. Estos brazos permiten manipular elementos: desde bombas hasta comida.
Todos los modelos poseen una cámara que transmite en vivo las imágenes que son monitoreadas en tiempo real por el equipo táctico que conduce el pequeño vehículo. Asimismo ofrece sistema de audio ambiental y dirigido.
La cámara no sólo cuenta con alta definición, sino además con un sistema de visión nocturna ideal para situaciones extremas como la planteada la noche del jueves en Dallas.
El uso más común que se le da a este tipo de tecnología es para detonar artefactos explosivos sin que produzca daños a terceros.
Un robot similar fue utilizado tras los atentados terroristas en Bruselas.
En casos como el de Dallas, estos robots son útiles para situaciones de negociaciones extremas. Al no contar con armas visibles para el sospechoso, no suelen resultar amenazantes. Otro de los beneficios es que la Policía continúa recibiendo información visual del estado en que se encuentra y el ambiente en el que está, mientras continúa dialogando.
La tecnología de algunos modelos es sorprendente. Los más sofisticados -además de detonar o transportar objetos- poseen sensores que permiten a las autoridades detectar presencia de narcóticos o material biológico, radioactivo o armas químicas. (ECHA – Agencias)