David Bisbal ha contagiado esta noche su energía al público zaragozano que, en plenas Fiestas del Pilar, ha acudido masivamente a un concierto sin pausa y plagado de temas de ayer, a ritmo de «Bulería», y de hoy, de la mano de su último disco.
«Yo me quedo aquí, en las Fiestas del Pilar», ha anunciado el artista almeriense ante los aplausos eufóricos de las miles de personas que han abarrotado la Plaza del Pilar de Zaragoza que, con entrada libre, casi ha colgado el cartel de aforo completo.
A pocas horas para el comienzo de la Ofrenda de flores a la Virgen del Pilar, el acto central de las fiestas, el cantante se ha metido en el bolsillo a su fiel público con sus temas más actuales, intercalados con algunos de los que le consolidaron como una de las figuras más populares del panorama musical español.
«Ave María» o «Lloraré», himnos de toda una generación, han compartido protagonismo con temas de su último álbum «Hijos del mar», fruto del trabajo de composición en varios países como Suecia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y su España natal.
Concretamente desde su tierra, Almería, Bisbal ha traído hasta la capital aragonesa los ritmos del sur con canciones como «Torre de Babel» y «Al-Ándalus», que «su gente» ha podido disfrutar al aire libre gracias a unas temperaturas que han rondado los 20 grados.
El público no ha dejado un atisbo de duda de que todavía recuerdan muy bien temas como el romántico «Dígale», en el que el cantante apenas ha necesitado intervenir, arropado por el canto emocionado de sus seguidores y, sobre todo, seguidoras.
Uno de los momentos más emocionantes del concierto, junto a la interpretación de temas como su desgarrador «Duele demasiado», dedicado a la infancia, y «No amanece» en el que la pantalla a sus espaldas se ha llenado de estrellas.
En esa relativa oscuridad, miles de teléfonos móviles registraban cada uno de los movimientos del intérprete almeriense, que ha cantado frente a la estructura metálica sobre la que reposará mañana la imagen de la Virgen del Pilar envuelta en un manto de miles de flores.
Y tras estos momentos de balada, el escenario se ha llenado de luz para recibir el «Ave María», melodía en la que el artista ha podido lucir sus piruetas y hacer gala de su incansable energía, frente a una apuesta visual con la luz y las figuras geométricas como protagonistas.
Pero si ha habido un instante en el que los gritos del jovencísimo público se han incrementado todavía más ha sido cuando Bisbal ha vuelto a recordar su época de largo cabello rizado y ha ejecutado su inconfundible movimiento de cadera con el tema «Lloraré» como telón de fondo.
Llegando al punto álgido y para cerrar el concierto, el artista andaluz ha apostado por otra canción de la época inmediatamente posterior a su salida de Operación Triunfo, «Bulería», con cuyo ritmo se ha despedido de una audiencia completamente entregada a lo largo de las casi dos horas que ha durado el espectáculo.
Ahora, la próxima parada de su gira «Hijos del mar tour» será en su tierra natal, Almería, en concreto en Huércal-Overa, no sin antes llevarse un recuerdo de la capital aragonesa: la cinta de la medida de la Virgen del Pilar, que ha portado a lo largo del concierto.
Un amuleto para afrontar con la misma fuerza la parte de la gira latinoamericana que le espera al otro lado del océano, con conciertos en Panamá, Colombia, Nicaragua, Costa Rica, México, Chile, Uruguay y Argentina.
EFE / Inés Escario
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