WASHINGTON.- El Comité Nacional Demócrata (DNC, en sus siglas en inglés) tachó hoy de inconstitucional la propuesta del presidente de EEUU, Donald Trump, de poner fin a una ley que permite el derecho a la ciudadanía a todos los niños nacidos en territorio de ese país, algo establecido en la Constitución.
«Si bien la propuesta de Trump de terminar con la ciudadanía por nacimiento es obviamente inconstitucional, su intención es clara: incitar al miedo, dividir a nuestra nación y hacer que las comunidades vulnerables se sientan inseguras», aseguró en un comunicado el portavoz del DNC, Daniel Wessel (foto),
En su nota, Wessel instó a los ciudadanos a votar en las próximas elecciones legislativas, que se celebran la semana que viene, para tener líderes «que unirán al país en lugar de dividirlo».
Este mensaje del DNC llegó después de que Trump afirmara hoy en una entrevista con el medio digital Axios que EEUU debe acabar con la «ridícula» ley que otorga el derecho a la ciudadanía a los nacidos en territorio estadounidense.
«Somos el único país en el mundo donde una persona viene y tiene un bebé, y el bebé es esencialmente un ciudadano de EEUU por 85 años, con todos los beneficios», indicó Trump.
Trump no mencionó que, además de EEUU, también Canadá tiene una norma similar que otorga la ciudadanía a los nacidos en su territorio.
«Es ridículo. Ridículo. Y tiene que acabar», agregó.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump ya exploró la idea, aunque los expertos consideran que enfrenta notables obstáculos y desencadenaría una prolongada batalla legal por ser parte explícita de la Constitución del país.
En la decimocuarta enmienda de la Carta Magna de EEUU se establece que «todas las personas nacidas o naturalizadas en EEUU, y sujetos por tanto a su jurisdicción, son ciudadanos estadounidenses y del estado en el que residen».
«Siempre me han dicho que necesitabas una enmienda constitucional. ¿Y sabes qué? No hace falta (…) Ahora dicen que puedes hacerlo solo con una orden ejecutiva», dijo Trump, quien no ofreció detalles al respecto y se limitó a señalar que había discutido la cuestión con sus asesores legales de la Casa Blanca.
El plan estaría dirigido a los hijos e hijas de inmigrantes no autorizados en el país y no aplicaría a personas con permiso de residencia.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2016, el mandatario republicano ha defendido una política de mano dura contra la inmigración y llegó a prohibir la entrada en EEUU de los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana al asegurar que suponía un riesgo para la seguridad nacional.
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