BERLÍN (Alemania).- El periodista germano-turco Deniz Yücel, encarcelado hace un año en Turquía acusado de propaganda terrorista, ha sido puesto en libertad, según informó hoy el diario alemán «Die Welt», para el que trabajaba como corresponsal.
La detención de Yücel había enturbiado las relaciones entre Ankara y Berlín y ayer mismo la canciller alemana, Angela Merkel, volvió a reclamar al primer ministro turco, Binali Yildirim, un juicio rápido y justo para el corresponsal, sobre el que no pesaba ninguna acusación formal.
«Finalmente se ha decidido la liberación de mi cliente, Deniz Yücel», publicó en Twitter su abogado, Veysel Ok.
Tras anunciar «Die Welt» la liberación, un portavoz del Ministerio de Exteriores confirmó la noticia y la viceportavoz de la Cancillería, Ulrike Demmer, mostró su alegría por sus amigos y familiares.
Demmer afirmó en rueda de prensa que la liberación de Yücel, que el miércoles cumplió un año en prisión, era un paso importante para mejorar las relaciones con Turquía, por el que se había trabajado durante mucho tiempo.
Sin embargo, el portavoz de Exteriores advirtió de que, aunque el caso Yücel tiene un gran significado, no es el único punto en el que «ha habido disonancias entre Turquía y Alemania».
En un comunicado posterior, el titular del Ministerio, Sigmar Gabriel, expresó su alegría y su agradecimiento al Gobierno turco por haber contribuido a acelerar el procedimiento para la puesta en libertad de Yücel y señaló que en los últimos meses había mantenido contactos directos con las autoridades con ese objetivo.
«Quiero agradecer en especial a dos personas, al ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavosoglu, y a la canciller (Angela Merkel) por su confianza en el trabajo de nuestro Ministerio», dijo Gabriel.
En la rueda de prensa rutinaria de los portavoces del Gobierno alemán, los representantes de Exteriores y de Economía negaron que Alemania haya ofrecido a Turquía una contraprestación en materia de venta de material bélico por la liberación de Yücel.
Merkel, que recibió ayer en Berlín al primer ministro turco, garantizó que no se harían concesiones a Ankara a cambio de la libertad del periodista y reconoció que la relación bilateral no era fácil.
Yildirim, por su parte, se limitó a señalar que en Turquía rigen los principios del estado de derecho y, para explicar el largo periodo de Yücel en prisión sin acusación formal ni juicio, señaló que, a causa del elevado número de procesos abiertos a raíz de la frustrada asonada del 2016, la Justicia está saturada.
Se mostró asimismo confiado de que los cargos se presentarían con celeridad y que pronto tendría lugar el proceso: «Si hay juicio, hay esperanza», repitió.
Yücel fue detenido justo hace un año acusado de «propaganda terrorista» a favor del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) y de la cofradía islamista de Fethullah Gülen, que, según el Gobierno turco, urdió el fallido golpe de Estado de julio del 2016.
Su caso, y el de otros alemanes detenidos por su presunta vinculación con ese golpe, han tensado las relaciones entre Turquía y Alemania, donde viven más de tres millones de ciudadanos de origen turco.
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