BARCELONA.- El zinc es capaz de modular la virulencia de la bacteria Escherichia coli, el patógeno que causa el 80 % de las infecciones de orina en los humanos, según pone al descubierto una investigación que publica hoy la revista Scientific Reports.
La investigación, dirigida por el profesor de Biología de la Universidad de Barcelona (UB), Carlos Balsalobre, puede contribuir a impulsar futuros tratamientos contra algunas fases clave del proceso infeccioso bacteriano.
El trabajo revela por primera vez que el zinc es capaz de regular la expresión de factores de virulencia bacteriana -en concreto, la alfa-hemolisina-, que es una exotoxina producida por algunas cepas patógenas de Escherichia coli.
Balsalobre recuerda que el zinc es un metal pesado que es esencial para la fisiología celular y en muchos procesos básicos para la vida, pese a que es un elemento tóxico en concentraciones elevadas, por lo que la regulación de los niveles de zinc intracelular (homeostasis) es una maquinaria finamente controlada.
Escherichia coli es una bacteria habitual en el intestino del ser humano.
«El nivel de concentración del zinc en el intestino, en la orina y en el medio intracelular -unos ámbitos que coloniza la bacteria E. coli- puede variar en un rango amplio», explicó el biólogo.
«En el caso del intestino, que tiene altas concentraciones de zinc, la alfa-hemolisina deja de expresarse, y el E.coli uropatógenos no suele generar infecciones. Ahora bien, si disminuye la concentración del metal -por ejemplo, en el tracto urinario- esta toxina pasa a expresarse en grandes cantidades», detalló.
Potenciar el crecimiento bacteriano in vitro y en ausencia de zinc ha sido uno de los retos metodológicos más complejos del nuevo trabajo, según Balsalobre, que ha contado con la colaboración del equipo del profesor Thomas O’Halloran, de la Northwestern University (EEUU).
Esta investigación se enmarca en la carrera científica por descubrir nuevas estrategias para luchar contra las bacterias multirresistentes a los antibióticos.
Según Balsalobre, la resistencia bacteriana es una de las mayores amenazas para la salud global, y por ello representa también un problema para los pacientes afectados por infecciones de orina recurrentes.
Conocer con más detalles los mecanismos de regulación de los factores de virulencia de la E. coli uropatógenos permitirá conocer mejor cómo actúa esta bacteria durante el proceso infeccioso (es decir, qué elementos y estrategias utiliza para invadir los tejidos biológicos).
Cada año se diagnostican unos 150 millones de nuevos casos de infección de orina en todo el mundo, la mayoría de los cuales son causados por bacterias.
EFE