WASHINGTON.- Diez científicos cuestionaron hoy los resultados de un informe publicado en marzo en el que se afirmaba que el personal de la embajada estadounidense en La Habana había sufrido daños similares a una conmoción cerebral, como consecuencia de unos misteriosos «ataques sónicos».
Neurólogos y médicos de países, como EEUU, el Reino Unido y Alemania, cuestionaron las conclusiones del informe en cuatro cartas publicadas hoy por la revista Journal of the American Medical Association (JAMA), empleada por la Asociación Médica Estadounidense para divulgar sus descubrimientos.
El informe fue difundido en su día por JAMA y supuso la primera prueba científica que respaldaba la versión de EEUU sobre los daños que habían sufrido 21 de sus diplomáticos, una cifra que en los últimos meses fue elevada a 26 por el Departamento de Estado.
Los expertos defienden en sus misivas que los autores del estudio de marzo -tres médicos de la Universidad de Pensilvania- pudieron haber malinterpretado el resultado de las pruebas médicas o ignorado trastornos que provocan síntomas entre un amplio grupo de personas, como factores psicológicos.
Uno de los científicos que cuestionan el informe es el sociólogo estadounidense Robert Bartholomew, quien atribuye los síntomas que sufrieron los diplomáticos a un fenómeno de «histeria colectiva«, una enfermedad psicológica que puede causar daños cerebrales y que se desarrolla lentamente, según explica.
Los supuestos ataques deterioraron las ya delicadas relaciones entre EEUU y Cuba, puesto que Washington ha acusado a La Habana de saber quién los perpetró, y de no haber protegido adecuadamente a los funcionarios de su embajada y sus familiares, algo que niega el Ejecutivo cubano.
Debido a esas agresiones, que en principio Washington calificaba de acústicas, aunque luego reconoció no tener confirmada su naturaleza, EEUU ordenó la salida del personal no esencial de su legación en Cuba, es decir, un 60 % del total.
Estados Unidos también ha detectado problemas de salud similares en su personal diplomático en el consulado de Guangzhou (China).
EFE/Foto: cubadebate.cu