GINEBRA.- El consumo de carne debe ser moderado, como máximo de dos a tres veces por semana, y forma parte de una dieta variada y equilibrada, dijo hoy a Efe la doctora María Neira, directora en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con esta recomendación, la directora del Departamento de Salud Pública y Determinantes Sociales y Medioambientales de la Salud de la OMS comentó los resultados de un estudio internacional que ha clasificado a las carnes procesadas de cancerígenas, incluidos todo tipo de embutidos.
Tal conclusión, apoyada en años de investigación y en 800 estudios sobre la cuestión, establece que a partir de un consumo de 50 gramos de carne procesada por día el riesgo de cáncer colorrectal aumenta un 18 por ciento, aunque también se establece una relación con otros tipos de tumores, como de páncreas y próstata.
«Esta clasificación formal sólo era cuestión de tiempo, a nadie en la ciencia le ha sorprendido», sostuvo Neira en una entrevista a Efe, durante la que aseguró que no hay razón para la corriente de alarmismo que se ha generado.
Según la experta española, «cuando hacemos una clasificación de este tipo, la dificultad siempre está en cómo comunicarlo y en cómo los individuos van a interpretar la información, pero no hay necesidad de alarmismo».
«Por el contrario, cuanto más sabemos de factores de riesgo, más podremos avanzar en la prevención del cáncer«, comentó la experta de la Organización Mundial de la Salud.
Neira resaltó que «se puede continuar consumiendo carnes procesadas, siempre y cuando no sea más de dos a tres veces por semana».
Agregó que, «en el fondo, se trata de la misma recomendación que los nutricionistas y expertos en cáncer ya hacían en relación a tener una dieta equilibrada» .
El secreto, dijo, está en respetar lo que se conoce como «pirámide nutricional», en cuya base están los alimentos que se pueden consumir todos los días (frutas y verduras) y que en la parte superior está formada por productos que se deben tomar de forma más moderada o esporádica, como las carnes procesadas y las rojas.
Sin embargo, Neira recordó que ninguna enfermedad tiene un factor de riesgo único.
«Además de una alimentación variada y equilibrada, el resto depende de una buena higiene de vida, en la que se reduzcan otros riesgos importantes, como el consumo de tabaco y de alcohol», explicó.
Añadió que «también es importante tener una vida activa y lo menos sedentaria posible».
Volviendo a la carne, la directora de Salud Pública de la OMS recordó que desde hace tiempo está recomendado «no consumir carne excesivamente» y que probablemente el secreto sería «volver a la dieta mediterránea que practicábamos en España».
Sobre seguir tomando o no especialidades gastronómicas de embutidos, Neira insistió en que «lo ideal es que los españoles sigan consumiendo estos alimentos con moderación y variedad».
«No creo que nadie tenga en su dieta una ración de bacon o embutidos de forma diaria, en cantidades elevadas y durante años», precisó la representante de la Organización Mundial de la Salud.
.@opsoms: carne procesada es cancerígena y la roja “probablemente” https://t.co/FG1LUoNE02 pic.twitter.com/5WiZY6jmmt
— Crónica Viva (@cronica_viva) October 26, 2015
Sobre la influencia que tiene o no la calidad de la carne procesada en aumentar el riesgo de cáncer, la experta aclaró que no se trata de esto, «sino de las sustancias que se les añade durante su procesamiento», como nitritos o en el proceso de salazón.
Tales substancias son utilizadas para preservar, añadir sabor o simplemente para eliminar organismos infecciosos, «pero cuanto más se añadan en ese proceso (industrial) más riesgo habría», recalcó.
Recordó que las temperaturas de cocción constituyen otro elemento a tener en cuenta porque la carne en contacto directo y durante mucho tiempo con calor intenso o fuego directo libera sustancias conocidas desde hace varios años como cancerígenas.
En suma, tomado en el contexto de una vida y de una dieta equilibrada «se puede hacer una parrillada o una barbacoa de vez en cuando», concluyó.
Foto: EFE