WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, arremetió contra el restaurante Red Hen, en Virginia, de donde la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders y sus acompañantes fueron invitados a dejar el local.
“El restaurante Red Hen debería enfocarse más en limpiar sus sucios toldos, puertas y ventanas (que ya necesitan pintura) en lugar de rechazar dar servicio a una fina persona como Sarah Huckabee Sanders. Yo siempre tengo una regla, si el restaurante está sucio por fuera, ¡está sucio por dentro!”, señaló en un mensaje por su cuenta personal de Twitter.
Sanders publicó que la dueña del restaurante le pidió abandonar el local, porque trabajaba para Donald Trump, en una administración “inhumana y poco ética”.
La propietaria del establecimiento, Stephanie Wilkinson reveló al Washington Post que, tras consultar a su persona, decidió pedirle a la funcionaria y compañía que se fueran.
https://twitter.com/waltshaub/status/1011219416774860800?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=https%3A%2F%2Feldiariony.com%2F2018%2F06%2F25%2Ftrump-se-lanza-contra-restaurante-de-donde-corrieron-a-su-portavoz-sarah-sanders%2F
“Soy la dueña… me gustaría que vengas al patio conmigo para unas palabras”. Wikilson contó que balbuceó un poco, pero explicó que “el restaurante tiene ciertos estándares” y el negocio apoya “la honestidad, la compasión y la cooperación”, luego pidió: “Me gustaría que te fueras”.
El mensaje del presidente Trump ya sumá más de 130,000 reacciones entre “likes” y comentarios, muchos de los cuales son en contra, uno de ellos de Walter Shaub, exdirector de la Oficina de Ética de la Casa Blanca.
La propietaria del restaurante Red Hen, Stephanie Wilkinson, declaró al Washingto Post que no se arrepiente de haber pedido a la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders y sus acompañantes, que se retirasen de su local.
“Una buena mañana el presidente de 330 millones de personas de un país con el más grande arsenal nuclear del mundo decide que el tema de mayor importancia para dedicarle su atención es la vengativa destrucción de un comedor rural. Robar bebés y niños le duelen menos, pero estas pequeñas cosas ayudan también”, publicó.
La empresaria y dueña del restaurante The Red Hen, ubicado en Lexington, Virginia, explicó a The Washington Post que tomó la decisión porque sus empleados no se sentían cómodos con la presencia de Sanders.
Stephanie Wilkinson dijo que miembros de su personal la llamaron para decirle que Sanders estaba en el restaurante, y que muchos empleados eran homosexuales y sabían que la portavoz de la Casa Blanca había defendido la política del presidente Donald Trump de prohibirle a los transexuales el ingreso a las fuerzas armadas.
Díganme qué quieren que haga, yo puedo pedirle que se vaya”, le dijo Wilkinson a los empleados quienes respondieron que sí, según relató.
Wilkinson reveló que habló en privado con Sanders y que ésta inmediatamente respondió: “Está bien, me iré”. (ECHA- Agencias)