MADRID.- Los catalanes Meritxell Batet y Manuel Cruz son desde hoy los presidentes del Congreso y del Senado españoles, respectivamente, en la nueva legislatura, a propuesta del mayoritario partido socialista.
El nombramiento tiene lugar en un momento de fuerte tensión con el independentismo catalán, que cuenta en esta legislatura con cinco parlamentarios que se encuentran en prisión preventiva y están siendo juzgados por rebelión.
«Son catalanes al servicio de España y españoles al servicio de Cataluña», dijo este martes el líder socialista y presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en su intervención ante al grupo parlamentario del PSOE antes de la sesión constitutiva del parlamento.
Sánchez explicó ante los parlamentarios socialistas que aunque «se ha especulado mucho», no escogió a los dos catalanes por su lugar de nacimiento, sino porque son un ejemplo de lo que siempre ha representado el PSOE, «el respeto al Estado y a las instituciones y la voluntad inquebrantable de diálogo y de tender puentes».
Ambos son federalistas convencidos y apuestan por el diálogo ante la crisis política que vive Cataluña, con un Gobierno y un Parlamento regionales partidarios de la independencia, aunque socialmente no son mayoritarios.
Batet, hasta ahora ministra de Administración Territorial, es afiliada al partido socialista catalán y fue elegida gracias al apoyo del Grupo de izquierda Unidas Podemos y en segunda votación, ya que los socialistas, con 123 escaños de los 350 de la Cámara, no tienen mayoría suficiente.
La nueva presidenta se enfrenta a una legislatura compleja, ya que el primer partido (PSOE) no tiene mayoría suficiente en la Cámara, donde además, y por primera vez desde la restauración de la democracia a finales de los años setenta, hay cinco grupos con más de veinte diputados, entre ellos uno de extrema derecha, Vox.
Por su parte, Manuel Cruz, un federalista independiente, ya que no está afiliado al partido socialista, fue elegido presidente del Senado sin dificultad, ya que el grupo de este partido tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta.
Su candidatura fue la segunda opción de Sánchez, después de que su primer candidato, el líder socialista catalán, Miquel Iceta, no consiguiera la aprobación del Parlamento catalán, que tenía previamente que nombrarlo senador, por la negativa de los independentistas.
Cruz, que en la última legislatura fue diputado, lleva años defendiendo que España debe avanzar hacia un Estado federal y esta convicción lo llevó a presidir la organización Federalistas de Izquierda.
Los socialistas defienden una reforma del Senado para que se convierta realmente en una Cámara de representación territorial, en un país donde los gobiernos regionales están muy consolidados y donde existen dos comunidades: Cataluña y el País Vasco, con una fuerte identidad nacionalista.
EFE