DUBLÍN.- El viceprimer ministro irlandés, Simon Coveney, dijo hoy que la jefa de Gobierno británico, Theresa May, podría viajar este lunes a Estrasburgo (noreste de Francia) para «tratar de cerrar» el acuerdo del «brexit», de cara a la decisiva votación mañana en el Parlamento de Londres.
El dirigente democristiano indicó que el diálogo entre ambas partes «sigue en marcha» con el objetivo de «aclarar» varios aspectos del pacto de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), sobre el que se pronunciará el Parlamento de Westminster este martes.
Coveney consideró que no sería «beneficioso» detallar los «obstáculos» que aún impiden que se logre un acuerdo, pero subrayó que el texto del pacto que la propia May selló con Bruselas el pasado noviembre es innegociable.
«No obstante, queremos ayudar para aportar la claridad y tranquilidad que necesita Westminster sobre la temporalidad de la salvaguarda (irlandesa)», declaró a los medios en Dublín el viceprimer ministro y titular de Asuntos Exteriores.
Coveney se refería al mecanismo incluido en el acuerdo del «brexit» para mantener abierta la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda tras este divorcio, que será oficial a partir del 29 de marzo.
El dirigente irlandés subrayó que «nadie quiere mantener atrapado» al Reino Unido «de manera permanente», en caso de que sea necesario activar la citada salvaguarda («backstop» en inglés), pero recordó que esta forma de seguro debe «existir y ser sólida» desde el punto de vista legal.
«La primera ministra británica, entiendo, tiene previsto viajar a Estrasburgo esta tarde para tratar de cerrar un acuerdo, si es posible, para poder someterlo a una votación en Westminster mañana», señaló Coveney, si bien Londres no lo ha confirmado aún.
La cuestión de la salvaguarda se ha convertido en el principal escollo para que la Cámara de los Comunes acepte el pacto del «brexit», después de rechazarlo el pasado enero y pedir a May que regrese a Bruselas para obtener concesiones al respecto.
El «backstop» establece que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único hasta que se establezca una nueva relación comercial entre ambas partes, un proceso que puede durar años.
En consecuencia, el ala euroescéptica de los «tories» y el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), cuyos diez diputados en Londres permiten a May gobernar en minoría, sostienen que podría poner en peligro la integridad territorial del país y mantenerlo atado a las estructura comunitarias indefinidamente, sin posibilidad, además, de abandonar la salvaguarda unilateralmente.
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