QUITO (Ecuador).- El expresidente de Ecuador Rafael Correa, que hoy viajaba a Bélgica por tiempo indefinido, dejó el país en medio de nuevas discrepancias con su sucesor Lenín Moreno por los cambios que éste está introduciendo a su Revolución Ciudadana.
«Yo estoy seguro (..) que el 2 de abril derrotamos a la oposición, no estoy muy seguro (de) si venció la Revolución Ciudadana (..) Que no me digan que es cambio de estilo las claudicaciones y el entreguismo», dijo el exmandatario en un acto en las proximidades del aeropuerto de Tababela.
Sin mencionar explícitamente a Moreno, que hoy precisamente reconoció «cambios de estilo» en su gestión frente a la de su predecesor hasta mayo pasado, Correa fue despedido por una multitud de seguidores, en una concentración convocada por el movimiento Alianza País.
«Entiendan compañeros, en lo humano, no son vacaciones, no es que me tomo un descanso () uno tiene deberes familiares, entiendan eso», explicó a los que le pedían no dejar el país.
«He de devolverle a mi familia tanto sacrificio estos años, y no es fácil cuando ustedes están del otro lado, ver todo lo que hemos tenido que aguantar, tanto amargado, tanto difamador… que para la gente de bien eso cansa», señaló entre los vítores de sus seguidores, muchos de ellos con banderas verdes del movimiento y las de Ecuador.
Correa, que en las últimas semanas ha mantenido un pulso con Moreno por ciertos cambios de forma de éste último a la hora de gobernar, dijo tener «sentimientos encontrados» por el «dolor de dejar la patria» y la «alegría de poder compartir finalmente» con su familia.
«Un poco de tranquilidad después de diez años (que) en lo personal (han sido) muy felices pero sin duda muy duros y duro para la familia», reconoció.
Y a continuación instó a los «compañeros» a que «cuiden al país» y la «revolución», «a defender lo ganado», porque no estaba seguro de que en las elecciones presidenciales del pasado 2 de abril hubiera vencido la Revolución ciudadana que él emprendió hace una década.