QUITO/Ecuador.- Delegados del gobierno colombiano y las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional, ELN, empezaron oficialmente los diálogos de paz al instalarse la mesa de negociaciones para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo.
«La mesa de negociaciones entre el gobierno nacional de la República de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional se instala en Ecuador», señaló el representante de Quito, Juan Meriguet, al inaugurar las conversaciones con las que se busca la «paz completa», tras el acuerdo alcanzado con las FARC.
En la inauguración de las conversaciones, el Gobierno advirtió al ELN que si no abandona la práctica del secuestro, «será muy difícil» negociar la paz.
«Quiero aprovechar esta ocasión para invitar al ELN a darles hoy la mejor noticia a los colombianos con su renuncia pública al secuestro (…). Sin esta decisión por parte del ELN, será muy difícil avanzar en la construcción de acuerdos», declaró el jefe negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo.
«Nosotros estamos dispuestos a asumir responsabilidad por los hechos ocurridos durante el conflicto. Y esperamos que los líderes de la otra parte hagan lo mismo. Sin esa asunción de responsabilidades, no vamos a entregar la verdad completa a los millones de víctimas colombianas», declaró el jefe negociador de la guerrilla, Pablo Beltrán, en el acto inaugural de las pláticas en Ecuador.
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En el acto protocolario, que se cumple en una hacienda de los jesuitas en las afueras de la capital ecuatoriana, participan los jefes negociadores del gobierno colombiano, Juan Camilo Restrepo, y del ELN, Pablo Beltrán, así como el canciller de Ecuador, Guillaume Long.
También asisten representantes de Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela, garantes de las pláticas, que se iniciaron hace tres años de manera secreta en varios países.
Los debates se desarrollarán a puertas cerradas en la hacienda jesuita Cashapamba, según fuentes de la Cancillería ecuatoriana, donde se celebrarán la primera y la última ronda de negociaciones. El resto se prevé en las otras naciones garantes.
Con las negociaciones con el ELN, Colombia, que implementa el pacto firmado con las FARC en noviembre, busca superar una conflagración interna que ha involucrado, además de guerrillas, a paramilitares y fuerzas del Estado, con saldo de 260.000 muertos, 60.000 desparecidos y 6,9 millones de desplazados. (ECHA- Agencias)