QUITO (Ecuador).- Miles de indígenas ecuatorianos llegaron la tarde de este lunes a las afueras de Quito, en una manifestación de protesta contra las medidas económicas impuestas por el Gobierno en el marco de un acuerdo crediticio con el FMI, al que consideran como un «paquetazo» contra el pueblo.
La llegada de los campesinos, muchos a pie, en autobuses y camiones, se produce en el marco de un descontento generalizado por los ajustes anunciados por el presidente del país, Lenín Moreno, sobre todo el retiro del subsidio (ayuda estatal) y el consecuente incremento del precio de las gasolinas.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), una de las organizaciones sociales más importantes del país, ha llamado a un «levantamiento» progresivo en todo el país, y ha organizado una protesta de sus bases en Quito, que se unirá el próximo miércoles a una movilización de los sindicatos a nivel nacional.
La Conaie y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la central obrera más importante de Ecuador, han pedido al Gobierno que derogue el decreto ejecutivo por el que eliminó el subsidio a las gasolinas, además del retiro de unas reformas laborales, tributarias y fiscales enviadas para su trámite en la Asamblea Nacional (Parlamento) y a las que consideran antipopulares e impuestas por el FMI.
En la zona de Machachi, en la carretera Panamericana, a unos 60 kilómetros al sur de Quito, la fuerza de las indígenas obligó a que se retiren algunos piquetes de militares que trataban de impedir el paso de los manifestantes.
En algunos momentos se produjeron leves forcejeos, pero al final los campesinos se abrieron paso hacia la entrada a la ciudad, y decidieron permanecer en la zona de Tambillo, donde esperarán nuevas decisiones de los dirigentes de la Conaie.
Ecuador: Confederación indígena confirma movilización indefinida contra el gobierno
Se prevé, según han indicado algunos dirigentes, que grupos de campesinos también lleguen a Quito en las próximas horas por otros accesos a la ciudad, especialmente por la entrada norte, y que se produzcan encuentros con otros grupos sociales, especialmente juveniles, en algunas plazas del centro de la ciudad.
En algunos centros universitarios, grupos de jóvenes han emprendido una campaña de recogida de alimentos y vituallas para apoyar la permanencia de los indígenas.
Con mensajes en redes sociales, los universitarios han pedido a la ciudadanía que apoyen con la entrega, especialmente, de alimentos no perecederos y cobijas.
Los sindicatos, por su parte, han anunciado que las manifestaciones del próximo miércoles serán masivas y que se repetirán en varias ciudades del país.
Los choques entre manifestantes y fuerzas del orden han sido, particularmente fuertes en varias regiones del país, como en la localidad de La Esperanza, donde los dirigentes indígenas han denunciado una dura represión por parte de militares, a quien acusaron de ingresar a las viviendas de esa comunidad.
En la ciudad andina de Guaranda, manifestantes ocuparon el edificio de la Gobernación (Representación del Ejecutivo) de la provincia andina de Bolívar, mientras que en la costera de Guayaquil, grupos de taxistas provocaron la interrupción del tránsito en algunos sectores.
El Gobierno ha criticado los actos de violencia por parte de manifestantes y ha denunciado que se han producido saqueos a comercios en algunas ciudades del país.
El secretario particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, pidió una actitud de prudencia a los dirigentes indígenas y acusó de los «saqueos» a seguidores del expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Roldán informó de que 467 personas han sido detenidas durante los disturbios, mientras que varios organismos de derechos humanos han pedido vigilar la actuación de las fuerzas del orden.
La Oficina para América del Sur del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos también anunció que sigue con atención las recientes manifestaciones sociales en Ecuador.
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