QUITO.- El Gobierno de Lenín Moreno, que había puesto en tela de juicio, las negociaciones de Rafael Correa con China para acceder a financiación durante una década, volvió a recurrir al gigante asiático para obtener créditos de US$1.000 millones que le ayude a cerrar el año.
De esta manera Lenín Moreno pudo obtener los créditos que le servirán para completar los gastos de cierre de ejercicio, incluida la paga extra navideña de los funcionarios y el pago de los compromisos de deuda, olvidando sus furibundas críticas.
De esta manera Ecuador suma 6.000 millones a su deuda en solo cinco meses, de acuerdo a lo anunciado por Moreno este miércoles, tras reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping.
El más abultado es un crédito de 900 millones de dólares que concede el Bando de Desarrollo Chino, con una tasa de interés del 6,5 % y un plazo de seis años con dos de gracia.
Es decir, unas condiciones muy similares a las negociadas durante el régimen de Correa, pese a que en el comunicado oficial se anuncie como la “tasa de interés más baja de la historia”.
En lo que sí se desmarca el nuevo acuerdo es en no comprometer el petróleo ecuatoriano a futuro, a diferencia de las preventas petroleras que Moreno heredó de su predecesor.
Por los otros dos préstamos, Ecuador recibirá casi 100 millones de dólares más: 69,3 millones del Eximbank chino para la reconstrucción tras el terremoto de 2016, con condiciones más ventajosas (2% de interés y 20 años de plazo), y otros 30 millones no reembolsables para seguridad militar.
Además, se han dejado apalabradas dos líneas abiertas de financiamiento por hasta 3.500 millones, con lo que Ecuador se garantiza una alternativa para sostener el presupuesto del próximo año en el que ya se prevé un agujero fiscal en el entorno de los 9.000 millones de dólares.
El ministro de Finanzas, Richard Martínez, —uno de los miembros del gabinete que acompañó al presidente en su gira por China—, reconoció días antes del viaje que el país sudamericano tenía previsto levantar nuevos recursos para “fortalecer las reservas [del banco central] y terminar de financiar proyectos de inversión”.