QUITO.- El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, aseguró hoy que su país seguirá protegiendo al periodista Julian Assange, refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, mientras su vida corra peligro porque EEUU lo requiera para juicio.
«En Ecuador no existe la pena de muerte. Nosotros cuidamos y protegemos la vida», subrayó el mandatario ecuatoriano durante un encuentro con la prensa en la ciudad de Santo Domingo (norte).
Moreno insistió que el Estado ecuatoriano seguirá protegiendo la integridad del fundador de Wikileaks que permanece en la embajada desde junio de 2012.
Y calificó la cuestión de Assange como un problema que ha heredado del anterior ejecutivo de Rafael Correa, que fue quien le concedió la condición de asilo.
«No la generamos nosotros, la heredamos. La heredamos pero tampoco creemos que el trato que se ha dado al problema ha sido completamente negativo», declaró sobre la política de su predecesor.
Desde hace más de cinco años Assange vive en una habitación de la embajada ecuatoriana, donde según distintos informes su salud se ha debilitado.
Sobre la intención de EEUU de conseguir su extradición, Moreno consideró que, si le negaban el asilo, Washington siempre podría solicitar su extradición y juzgarlo por «traición a la patria».
«Pensamos sinceramente que su vida podría correr peligro, y para nosotros eso sería terrible, razón por la cual lo mantienen en la embajada mientras encuentran una salida viable que beneficie tanto a Gran Bretaña como a Ecuador, de tal forma que Assange precautele su vida.
A diferencia del anterior Ejecutivo ecuatoriano, el de Moreno lleva meses tratando de hallar una solución que ponga fin a su condición de asilado y recientemente lo naturalizó con el fin de otorgarle estatus diplomático y permitir así su salida de Gran Bretaña.
Frente a la negativa de Londres de concederle paso seguro a través de su territorio, Moreno indicó hoy que se aspira a llegar a una «mediación», que desde hace semanas busca su canciller María Fernanda Espinosa, para resolver el problema.
Y confirmó que ya ha hablado del asunto en persona con la embajadora de Gran Bretaña en Quito, Catherine Ward, para llegar a alguna suerte de acuerdo.
En sus declaraciones, el presidente ecuatoriano defendió en todo momento el derecho de Assange a la vida, y se reafirmó en que Ecuador ha actuado según sus principios para evitar que el periodista y fundador de Wikileaks pueda ser condenado a muerte por «errores» del pasado.
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