QUITO (Ecuador).- El incendio forestal de grandes proporciones de hoy en la sureña provincia ecuatoriana de Azuay, arrasó hasta ahora 200 hectáreas de un bosque.
Las llamas comenzaron a devorar foresta desde este miércoles y siguen su arrollador paso, pese a que casi 100 bomberos de diversos municipios trabajan para apagarlas.
Este evento tiene lugar en el cerro Quingo, ubicado entre los sectores Girón y Santa Isabel, a 50 kilómetros aproximadamente de la ciudad de Cuenca, en el sur ecuatoriano.
Un informe de la prefectura de Azuay y de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) indica que el incendio ha sido controlado en 60 por ciento, pero todavía siguen focos de calor activos.
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos de Cuenca, el viento y la geografía del lugar dificultan el trabajo.
Cristian Zamora, alcalde de la urbe, dijo en sus redes sociales que pidió apoyo de las Fuerzas Armadas para fortalecer la capacidad operativa y evitar el avance del fuego, que por ahora no ha afectado personas ni inmuebles. El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica informó que la zona quemada, donde se encuentra un bosque de eucalipto, no se encuentra dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas o bosques protectores.
La catástrofe ocurre en pleno verano, cuando los índices de calor incrementan considerablemente.
Los especialistas explican que en esta época las provincias andinas y costeras están expuestas a una mayor amenaza por las altas temperaturas, el bajo contenido de humedad en el ambiente, la escasa nubosidad, así como el incremento en la velocidad del viento y la radiación ultravioleta.
Este jueves, el Cuerpo de Bomberos de Quito, la capital del país lanzó una campaña para evitar incendios forestales, flagelo que ha afectado este año 325,64 hectáreas, en 70 eventos.
Además de los factores ambientales, la actividad humana propicia los siniestros y por eso la alcaldía municipal de Quito y los bomberos de la urbe presentaron la campaña Juntos contra el fuego.
Fuente y foto Prensa Latina