WASHINGTON (EEUU).- Muchos estadounidenses quieren soluciones al odio, las enfermedades mentales y el control de armas de fuego para frenar los tiroteos masivos como el ocurrido en un supermercado de Buffalo, Nueva York, hace hoy un año.
Después de la tragedia, pese a que las heridas aún sangran, esa comunidad neoyorquina volvió a la normalidad y se efectuaron foros que abordaron asuntos como el discurso de odio de la supremacía blanca, la salud y el bienestar y el terrorismo.
El presidente en Buffalo de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (Naacp), el reverendo Mark Blue, expresó su deseo de que aumenten los recursos destinados a las escuelas para diagnosticar y tratar tempranamente las enfermedades mentales.
Desde esa masacre se produjeron cientos de tiroteos masivos en todo el país, recordó la cadena CNN al señalar que solo en lo que va del 2023 fueron más de 200 eventos de esa naturaleza.
“Algunos legisladores federales siguen mirando hacia otro lado cuando estadounidenses inocentes son abatidos en estos tiroteos”, advirtió el alcalde de Buffalo, Byron Brown, citado por la televisora.
Hay más tiroteos masivos que días en el año –enfatizó–, así que este problema no está mejorando, sino empeorando.
El 14 de mayo del 2022, el supremacista blanco Payton Gendron, de 19 años, abrió fuego en el supermercado Tops, en la zona este de Buffalo, de mayoría negra, como resultado del cual 10 personas perdieron la vida.
Según las autoridades, Gendron –quien había planeado otros tiroteos masivos– buscó deliberadamente un sitio con una alta población afroamericana para ejecutar el asalto.
Durante un acto de graduación en la Universidad de Howard, en esta capital, el presidente Joe Biden afirmó la víspera que el supremacismo blanco es la “amenaza terrorista” más peligrosa para la seguridad nacional.
EEUU: Tiroteo en supermercado de Buffalo deja 10 muertos y varios heridos (VIDEO)
La esperanza se ve “ensombrecida” por el miedo, la violencia y el odio, apuntó el mandatario al ofrecer sus consideraciones, cuando sigue en marcha la pesquisa alrededor de las motivaciones racistas que pudieron alentar al atacante que baleó la semana pasada un centro comercial en Allen, Texas, provocando ocho víctimas fatales.
Biden admitió que el racismo “ha desgarrado durante mucho tiempo” a Estados Unidos y que resulta una batalla “que nunca termina”.
Pero, lamentablemente la ola de violencia armada persiste aquí, justo el mismo día del discurso del gobernante demócrata se registró un tiroteo en Yuma, Arizona, que dejó dos fallecidos y cinco heridos, todos con edades comprendidas entre 15 y 20 años.
La vocera policial, sargento Lori Franklin, señaló que existe una investigación en curso, pero que nadie fue arrestado.
Fuente y foto Prensa Latina