CALIFORNIA.- El actor Mickey Rourke, protagonista de la película «Nueve semanas y media«, al lado de la imponente Kim Basinger, terminó con el rostro desfigurado al someterse a una enésima cirugía plástica en su obsesión por “mantenerse joven”.
En los últimos años, el ganador de un Globo de Oro deformó su rostro por su adicción a las cirugías estéticas pero, tratando de superar esos contratiempos volvió a pasar por el quirófano con resultados aún más desastrosos.
El boxeador convertido en actor de 65 años compartió una foto suya en Instagram sobre su última visita al cirujano, esta vez para una operación en la nariz.
«Momentos después de la cirugía de nariz con el Dr. Dhir. Ahora estoy lindo otra vez … (lol) «, escribió la estrella junto a una foto de él sonriente junto a su médico.
Rourke dio muy pocos detalles sobre el procedimiento en su post. Tan sólo compartió la foto con sus millones de seguidores y se rió de él mismo por su estado en dicha imagen.
El actor- que disfrutó de un resurgimiento de su carrera tras su protagonismo en la aclamada película The Wrestler, había confesado en 2009 al Daily Mail que tenía cinco operaciones en su nariz. Ahora son seis.
Rourke saltó a la fama a finales de la década de los 80 tras protagonizar películas como Nueve semanas y media o El Corazón del Ángel.
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Pero una vida de excesos transformaron el físico y la apariencia del actor.
Tras el hundimiento de su carrera cinematográfica, Rourke retomó en los 90 su carrera de boxeador, ya que en su juventud había practicado este deporte.
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En estos combates sufrió dos fracturas nasales y una de pómulo, lo que le llevó a pasar por el quirófano para arreglar el desaguisado. La nariz se la operó cinco veces, más otra operación en el rostro.
En una de las intervenciones, se le extrajo cartílago de una oreja para reconstruirle la nariz. El actor admitió que había acudido al cirujano equivocado.
La carrera cinematográfica de Rourke resurgió gracias a El Luchador (2008), de Darren Aronofsky, y ahora ha vuelto a la luz pública.
Tras este filme, engordó hasta los 113 kilos, pero ahora ha recurrido a la natación y al gimnasio para bajar peso: «Un poco de esto, un poco de depresión, y después eres como un Elvis gordo», dijo recientemente resignado a su suerte. (ECHA- Agencias)