CALIFORNIA.- Las amenazas del presidente electo, Donald Trump, de deportar a millones de inmigrantes ilegales atemoriza los agricultores de Texas, Florida y Georgia, así como en el sector de la construcción, por la escasez de mano de obra.
Las reacciones más fuertes se registran en California, que produce casi la mitad de la fruta, verdura y fruta seca del país por valor de 47,000 millones de dólares anuales precisó David Zonderman, historiador del trabajo en la Universidad Estatal de North Carolina.
El problema repercute en todo el país, especialmente en Texas, Florida y Georgia que son estados con grandes comunidades de migrantes que dominan la construcción, la atención de salud y los servicios alimentarios.
«California puede ser la zona de máximo impacto», advirtió en referencia a las familias inmigrantes que viven en las sombras.
El catedrático de Historia, David Zonderman, advirtió de la escasez de mano de obra que dejaría una eventual deportación masiva de inmigrantes indocumentados.
En sus actos de campaña, Trump provocó ovaciones cada vez que habló de deportar a la gente que se encuentra en el país sin autorización, y que suman unos 11 millones. Suavizó luego su posición al afirmar que deportará a los 3 millones que tienen prontuarios criminales.
No obstante algunos agricultores dicen que el cambio postelectoral es la señal de que los alardes no se harán realidad porque, después de todo, es un empresario como ellos, aunque otros dicen que el cambio solo revela la naturaleza imprevisible del presidente electo.
«Nuestros trabajadores tienen miedo», dijo Joe García, un contratista agrario que emplea a unas 4,000 personas cada año para la cosecha de la uva. «Si ellos se preocupan, nosotros nos preocupamos».
Días después del triunfo electoral de Donald Trump, con sus promesas de deportar a millones de personas que se encuentran en el país sin autorización y de reforzar la frontera con México, el agricultor californiano Kevin Herman adquirió maquinaria por valor de 600.000 dólares y redujo el número de trabajadores que necesitará para la próxima cosecha.
Herman, que cultiva higos, caquis y almendras en el estado agrario más productivo del país, dice que las declaraciones de Trump lo impulsaron a hacer la compra.
Otros en el sector agrícola californiano dicen que las declaraciones duras de Trump sobre los inmigrantes sin autorización —entre ellos la amplia mayoría de los trabajadores de campo— también los impulsaron a actuar.
Piden a sus representantes en el Congreso que aleccionen al próximo presidente acerca de la mano de obra que alimenta al país, y aseguran a sus trabajadores que los protegerán. (ECHA – Agencias)