La cifra de muertos por el fenómeno natural aumentó a 14 este viernes 28 de agosto mientras autoridades de los estados de Luisiana, Texas y Arkansas evalúan los numerosos daños materiales tras el paso del huracán Laura. Cientos de miles de personas aún están sin electricidad ni agua, una situación que podría persistir durante varias semanas.
Un día después de haber tocado tierra con vientos de hasta 240 km/h y graves inundaciones, las autoridades advierten que el huracán Laura todavía amenaza a ocho millones de estadounidenses.
En Luisiana y Texas, el número de fallecidos se elevó este viernes a 14, entre los que incluyen a cinco personas que murieron por árboles caídos y una que se ahogó en un bote; otras ocho fallecieron envenenadas con monóxido de carbono debido al funcionamiento inseguro de los generadores de gas.
Tras la tormenta, más de 600.000 hogares y negocios se quedaron sin electricidad en Luisiana, Texas y Arkansas, según las autoridades.
El Departamento de Salud de Luisiana, por su parte, estimó que más de 220.000 personas se quedaron sin agua.
«Creemos que habrá personas que se darán cuenta relativamente rápido de que no pueden quedarse en sus hogares o no pueden regresar», dijo Christina Stephens, portavoz del gobernador de Luisiana, John Bel Edwards.
La restauración de estos servicios podría llevar semanas o meses, y la reconstrucción completa del lugar podría tardar años.
Uno de los afectados es Lawrence Faulk, quien regresó a una casa sin techo en el condado de Cameron Parish en Luisiana. «Necesitamos ayuda», dijo Faulk. “Necesitamos agua, cobijas, todo lo que asociaría con la tormenta, lo necesitamos».
Lake Charles, otra ciudad en Luisiana, con cerca de 80.000 residentes, sufrió los peores daños. El alcalde Nic Hunter advirtió que no había un calendario para restaurar la electricidad y que las plantas de tratamiento de agua “sufrieron importantes destrozos”, lo que provocó cortes del líquido.
“Esto que ha pasado en Lake Charles parece sacado de una novela de ciencia ficción (…), yo me atrevo a decir que este (Laura) ha sido el peor huracán que ha azotado Luisiana desde hace 150 años”, escribió Hunter en Facebook.
Mientras tanto, los restos del huracán amenazan con provocar inundaciones y tornados que afectarían a Tennessee a medida que la tormenta, ahora una depresión tropical, se desplazaba hacia el norte. Los meteorólogos advirtieron que el sistema podría convertirse nuevamente en tormenta tropical al regresar al océano Atlántico este fin de semana.
El gobernador de Luisiana, incluso, estimó que Laura ha sido el huracán más poderoso que ha azotado su estado, lo que significa que superó al Katrina, el huracán de categoría 3 que destrozó la costa en 2005.
El presidente Donald Trump planeaba visitar la zona afectada este fin de semana para evaluar la situación y los daños.
Laura llegó a Estados Unidos después de matar a casi dos docenas de personas en Haití y República Dominicana.
Fuente: france24.com