WASHINGTON.- El rugido de las motocicletas y el aroma de la barbacoa sirvieron hoy como telón de fondo para una de las primeras reuniones de aspirantes republicanos a la Presidencia de EEUU en las elecciones del 2016, una peculiar cita que sirvió como plataforma para siete políticos en el estado clave de Iowa.
Iowa, el primer estado en celebrar primarias en el calendario electoral y por tanto un territorio clave para calentar motores en cualquier campaña presidencial, acogió hoy el evento «Roast and Ride» («Asado y Carrera»), una mezcla de carrera de motos y asado de cerdo que atrajo a varios de los grandes nombres del partido.
El senador Marco Rubio, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker; el exgobernador de Texas Rick Perry, el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, el senador Lindsey Graham, el excirujano Ben Carson (foto) y la expresidenta de Hewlett Packard, Carly Fiorina, se dieron cita en el acto, organizado por la senadora republicana Joni Ernst.
Walker, el único de todos ellos que no ha anunciado aún su campaña presidencial y uno de los favoritos en las encuestas, fue el único que se atrevió a hacer el trayecto de 63 kilómetros en moto junto a Ernst y otras 300 personas, montado en una reluciente Harley-Davidson, cuya empresa tiene la sede en su estado, Wisconsin.
Perry, que apenas anunció este jueves su campaña presidencial, se subió también a una moto, pero decidió hacer su propio recorrido hasta la localidad de Boone, donde confluyeron todos los aspirantes, para poder arrancar desde un pueblo de Iowa que lleva su mismo nombre, Perry.
El exgobernador de Texas publicó en su cuenta oficial de Twitter una fotografía en la que se le ve subido en su moto, con gafas de sol y un casco y chaqueta negros, mientras que Walker tuiteó una imagen del manillar de su motocicleta junto al mensaje «preparado para rodar».
La jornada de hoy tuvo también su momento de sorpresa cuando la policía local se llevó a todos los aspirantes a un edificio protegido y los mantuvo allí durante más de media hora después de detectar una posible amenaza a la seguridad en el evento, tras lo cual el acto se reanudó sin más problemas.